En los últimos meses, dos CEO de empresas de alto perfil en Silicon Valley dieron a conocer que esperan hijos: Mark Zuckerberg, de Facebook y Marissa Mayer, de Yahoo! El primero será papá por primera vez. Mayer, como es bien sabido, tuvo a su primer bebé unos meses después de integrarse a Yahoo!, en 2012.
En ese momento, la elección de Mayer como nueva CEO se vio como un avance para la responsabilidad corporativa y la equidad de género, ya que demostraba que el que una mujer inicie una familia no significa que quede incapacitada para puestos de alta dirección. Tres años después, sin embargo, el embarazo de la CEO (quien espera gemelas) continúa siendo punto de discusión en numerosos medios, mientras que el de Priscilla Chan, la esposa de Zuckerberg, ha pasado casi desapercibido.
No sabemos cuántos días de permiso de paternidad se tomará el creador de Facebook después del nacimiento de su hija, pero sí que Mayer decidió trabajar a lo largo de su gestación, para después tomarse tan solo dos semanas, «ya que mi embarazo ha sido saludable y sin complicaciones y que este es un momento único en la transformación de Yahoo!», según argumentó ella misma en una entrada en Tumblr. Al conocerse este hecho, decenas de analistas escribieron sus opiniones.
«El mini permiso de maternidad de Marissa Mayer es una mala noticia para las mujeres jóvenes», se titula una nota escrita por la ejecutiva Donna Ross-Jones en LinkedIn, en la cual se asegura que Mayer manda un mal mensaje a sus colaboradoras, quienes no se sentirán con confianza de aprovechar sus días de permiso. Anne Weisberg, del Families and Work Institue, está de acuerdo: «Ella es un modelo a seguir y debería tomar el tiempo completo del permiso de maternidad de Yahoo! Lo que define a un gran líder es que tiene un equipo fuerte y no tiene que estar ahí todo el tiempo», declaró a The Guardian.
Por otro lado, también existen mujeres que han defendido la elección de Mayer. Para la blogger y ejecutiva Alissa Jean Schafer, la CEO no tiene ninguna obligación de «ser un ejemplo» y es precisamente su lugar como líder de la compañía el que le permite pagar por la ayuda necesaria para cuidar a sus bebés. Finalmente, dice Schafer, Mayer será criticada sea cual sea la decisión que tome.
No se puede negar que las licencias de paternidad son un tema muy actual en el mundo corporativo, al ser son en extremo importantes para lograr tanto el equilibrio entre vida y trabajo como la equidad de género. Sin embargo, culpar a Mayer por no ser un ejemplo es injusto. No hay que olvidar que a un año del nacimiento de su primer hijo, ella aumentó el permiso para madres a 16 semanas e introdujo el permiso para padres.
Si ella estuviera exigiendo a todos sus colaboradores que tomaran la misma decisión que ella o la empresa penalizara a quienes tomaran las 16 semanas, sí sería un grave problema, pero no parece ser el caso.
Mayer podría elegir ser un ejemplo y tomar su permiso como una declaración política de la necesidad de darle este beneficio a todos los trabajadores. Pero si no lo hace, tomando como prioridad el hacer su trabajo, no quiere decir que sea una mala madre o una mala líder, solo que es una mujer en un puesto muy demandante dentro de una empresa en crisis, que tomó la mejor decisión para ella.
