El 47,5% de los españoles considera que el segundo mayor problema de España es la corrupción, solo superado por el paro, según el barómetro de febrero que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha publicado este martes. La preocupación por la corrupción y el fraude crece ocho puntos con respecto a la encuesta de enero (del 39,2% al 47,5%), mientras que la del paro se mantiene estable. Incluso el 15,4% considera que la corrupción le afecta personalmente, más de cuatro puntos más que en la encuesta anterior. La ausencia de Gobierno solo preocupa al 1,4% de los españoles, un porcentaje similar a la inquietud que provoca la independencia de Cataluña.
Curiosamente, los encuestados que se declaran votantes del PP son los que en menor porcentaje se manifiestan preocupados por los problemas de la corrupción: solo el 13,4% lo señala como uno de los principales problemas. Los nuevos partidos y las formaciones independentistas catalanas son las que mayor intranquilidad muestran por este asunto. Los más concernidos son aquellos que votaron a En Marea (45,5% de ellos), seguidos de los de Democràcia i Llibertat (DiL). Destaca, además, que la corrupción preocupe más a los que apoyaron a Ciudadanos (23,7%) que a quienes votaron a Podemos (22,6%).
Los encuestados consideran que la situación política en España —el sondeo fue elaborado antes de la investidura fallida de Pedro Sánchez— estiman que la situación política española es mala (41%) o muy mala (35,7%), e incluso regular (18,2%). Únicamente un 2,2% cree que es buena o muy buena. Los votantes de Ciudadanos son los que peor ven la situación política (el 64,5% la ven mala o muy mala), seguidos de los que apoyaron al PP el 20-D (63,9%). Los más pesimistas sobre la evolución de la situación política son los votantes de Democràcia i Llibertat (el 35,1% considera que dentro de un año estaremos peor), seguidos por los electores del ERC (29,1%).
La anterior encuesta del CIS sobre la situación política y económica y la percepción de los españoles sobre sus problemas, publicada el pasado 7 de enero, mostraba que casi la mitad de la población —concretamente, el 46%—creía necesario proteger el medio ambiente siempre que no resultara demasiado costoso o no supusiera ningún desembolso adicional para los ciudadanos. La otra mitad consideraba, sin embargo, que había que defender el entorno aunque las medidas fueran caras.
Fuente: El País