Muchos piensan que la ética no vende, pero en la publicidad cualquier falta de ella, es una puerta para que además de hacerse acreedor a una multa, se dañe el prestigio y la reputación de la empresa, perdiendo la confianza del posible consumidor.
Aunque para muchos creativos un asunto de regulación cae en la limitación de la libre expresión, la autorregulación parte de la ética y fomenta la responsabilidad de las empresas hacia la sociedad, específicamente hacia el consumidor.
Hay que partir de la idea de que la publicidad no solo implica al creativo o diseñador, involucra a todo un equipo, por lo tanto cada uno de ellos debe de tomar responsabilidad en el asunto, pues en una agencia. Por ejemplo, de nada sirve que el diseñador de una campaña publicitaria se apegue a los criterios éticos, si el cliente no proporciona información verdadera de su producto.
La legislación en México fija ciertas normas para el proceso de comunicación de las empresas, estas normas son las obligaciones que tiene el proveedor de respetar los derechos del consumidor: la Ley Federal de Protección al Consumidor se promulgó en 1976, y creó a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), que es la institución que busca prevenir el abuso y equilibrar la relación de consumo que se establecen entre el cliente y el proveedor, así como promover los derechos del consumidor.
La regulación de la publicidad da al consumidor la posibilidad de elegir sabiendo de manera clara lo que va a adquirir, ya que la PROFECO de acuerdo al artículo 32 de la ley da protección al consumidor, verifica que la publicidad sea veraz, comparable, oportuna, completa, precisa y que no tenga contenido engañoso o abusivo.
En el panel de coregulación publicitaria que se llevó a cabo en el VI Foro Internacional de Autorregulación Publicitaria, la procuradora de PROFECO, Lorena Martínez Rodríguez señaló que la institución tiene un mecanismo de prevención, donde se invita a las empresas que hacen publicidad a usar Copy Advice, que es una revisión previa del contenido para que este sea aprobado.
Muchas empresas no se acercaban a este mecanismo por la duración del proceso. Durante la sesión, la procuradora aseguró que actualmente se está restructurando esa área para que el proceso sea más rápido con el objetivo de que más empresas acudan a esta práctica: “Tenemos toda la disposición de poder trabajar de la mano, para que juntos podamos asegurarnos de que la publicidad en México reúna las características de una publicidad veraz y oportuna”, afirmó.
La Ley de Protección al Consumidor establece la posibilidad de imponer sanciones y multas que van desde los 128 mil 643 pesos hasta los 3 millones 602 mil pesos, y en caso de reincidencia éstas pueden duplicarse.
La industria de la publicidad en México va en ascenso, el valor en el mercado es de alrededor de 5 mil millones de dólares, y en 2010 los sectores que presentaron un mayor crecimiento fueron internet con un 38% y la televisión con cable con un 20%, de ahí la importancia en regular el impacto.
En el foro también se habló de que la autorregulación debería de ser un tema de educación, no de represión, pues es más fácil enseñar la responsabilidad de emitir un mensaje publicitario desde la raíz, es decir partiendo de la educación, a sancionar los contenidos inapropiados o engañosos una vez publicados.
[…] En el panel de Publicidad dirigida al público infantil, llevado a cabo en el VI Foro Internacional de Autorregulación Publicitaria, se habló acerca de esta diferencia basándose en la autorregulación del contenido. […]