Nuevamente nos encontramos ante un caso a través del cual nos percatamos, una vez más, que las marcas-personas funcionan exactamente igual que las marcas de empresas cuando de reputación corporativa se trata.
Y es que a ojos del mundo, muchas celebridades se vuelven marcas y más aún, modelos a seguir, especialmente cuando su persona respalda a diferentes movimientos u organizaciones o simplemente cuando su nombre se convierte prácticamente en sinónimo de alguna actividad, no importa si se trata de música, pintura, moda o… golf.
Así es, hoy día es imposible escuchar la palabra «golf» y no pensar en Tiger Woods, el deportista más exitoso en la historia de este deporte y protagonista de una de las historias más escandalosas de los últimos días, cuando a finales de noviembre se dijo que había sufrido un accidente automovilístico cerca de su casa en Florida y había tenido que ser hospitalizado en estado grave. La realidad llegó brutalmente días después, cuando se dió a conocer que todo había sido producto de una grave riña con su esposa tras haberse enterado de las infidelidades del deportista. El escándalo creció cual bola de nieve, al grado de que, a la fecha, al jugador se le vincula con una docena de mujeres, incluídas camareras y actrices porno.
Independientemente de causas y consecuencias matrimoniales y personales en la unión de Tiger, la reacción de algunas de las marcas que utilizan su imagen no se ha hecho esperar. Como ejemplo tenemos el caso de la firma global de consultoría Accenture, quien suspendió el patrocinio con el golfista número uno del mundo, al considerar que «ya no es un representante adecuado» después de las «circunstancias de las dos últimas semanas».
Tiger es el deportista mejor pagado de la historia… sin embargo, para la sociedad no se trata de una persona simplemente, es una marca y como tal, si comete un error, la pagará con sus stakeholders.
De la misma manera que Accenture, Gillette anunció el sábado que quitaría a Woods de sus avisos comerciales, pero por un tiempo que no especificó ni tampoco aclaró si su contrato terminó con él. (Fuerte golpe para Gillete que a últimas fechas ha visto lastimada la reputación ya de dos de sus representantes: Tiger Woods y Thierry Henry)
Woods recién anunció que se retiraba del golf por tiempo «indefinido» para tratar de componer su matrimonio con Elin Nordegren, con quien tiene dos hijos, luego de mencionar por primera vez que había incurrido en infidelidad.
De la misma manera que le sucedió a Thierry Henry y a Michael Phelps, la reputación de Tiger se ha visto fuertemente lesionada por un error; un hecho que suele sucederle incluso a las mejores marcas del mundo y tras el cual, debe existir una disculpa, un adecuado manejo de RP y por supuesto, una estrategia para recomponer el camino, al menos en cuanto a sus stakeholders se refiere.
[…] Tiger Woods Por su comportamiento poco moral siendo representante de varias marcas y un modelo deportivo a seguir. […]
[…] Tiger Woods Por su comportamiento poco moral siendo representante de varias marcas y un modelo deportivo a seguir. […]
Me parece repudiable la actitud de estas marcas que no diferencian entre el deportista y el sujeto que se desenvuelve en su órbita privada. Lo que Tiger haga en la cama será problema de él y de su esposa, no de las marcas. Hasta donde quieren o creen que pueden llegar? ¿Eso es respetar la libertad de las personas? Es un avasallamiento a su privacidad, que parte desde el prejuicio. La RSE y sus representantes no deberían prestarse a eso. Deportista no es sinónimo de esclavo.
Perfecto «Que pasa?», mientras no hagas de tu vida algo público, y no sea convertido en objeto comercial. La elección, por lo demás, bastante rentable. Líquida los límites de su propia privacidad, esta elección es realizada por el propio deportista, quién, aparentemente solo vé el dinero y olvida los riesgos. En otros términos materialistas, se COSIFICA. Desde luego que los deportistas «no son esclavos», pero hablamos de figuras comerciales, NO de deportistas. Estas figuras, ingresan millones de dolares por estos conceptos. El problema es pre-establecido al momento de vender una imagen publicitaria exitista, y no cuando pierden su privacidad, enfrentados al escarnio social de una sociedad reactiva.
[…] comportamientos faltos de ética como dopaje, drogadicción (Michael Phelps) y hasta infidelidad (Tiger Wooods). Sin embargo, ninguno de los casos anteriores había rebasado el límite al que llegó Pistorious, […]