Alrededor del mundo se han realizado diversas campañas, con el fin de que cada empresa comience a cuidar el proceso de fabricación de sus productos.
Sin embargo, todavía hace falta mucho por realizar para que las empresas enfrenten una mayor responsabilidad y se hagan cargo de las acciones que le hacen daño al planeta, como por ejemplo: la fabricación de ropa.
El resultado de la gran contaminación que se encuentra en el agua se refleja en ríos de China y otros lugares. Las prendas, sobre todo los pantalones de mezclilla, también llamados vaqueros son los que más contaminan.
La fabricación incluye la utilización de uno de los tintes más contaminantes de la industria: el índigo.
Alrededor de 200 mil toneladas de los tintes que se utilizan para su fabricación van a parar al agua cada año por la ineficiencia de los procesos de teñido y acabado (entre un 10% y un 15%),.Esto significa que el agua está siendo contaminada por las fábricas que producen ropa.
Empresas como como Latitud, una marca de moda tiene como objetivo principal crear un cambio profundo en la industria con la sostenibilidad como bandera.
El 65% de la producción mundial textil se realiza en China y, según el Institute of Public and Environmental Affairs (IPE), esta industria descarga 2,5 billones de litros al agua de sus ríos, muchos contaminados.
El 65% de la producción mundial textil se realiza en China y, según el Institute of Public and Environmental Affairs (IPE), esta industria descarga 2,5 billones de litros al agua de sus ríos, muchos contaminados.
«Un vertido en China impacta en nuestras aguas, parece que no queremos verlo».
De acuerdo con Begoña García, responsable de procesos sostenibles dice que: Al no ser soluble no puede ser absorbido por la fibra y no se podría tintar con él. Lo que se hace es convertir el índigo en un leuco —un tinte que puede cambiar entre dos formas químicas, una de ellas sin color, con la acción del calor, la luz o el pH— soluble mediante otro proceso químico: la reducción.
Recientemente la revista Nature Chemical Biology publicó más respetuoso medioambientalmente para fabricar y aplicar este colorante añil que depende de bacterias modificadas genéticamente.
De acuerdo con El País, el proceso imita un cambio químico que se da en la naturaleza dentro de las hojas de la planta. Para teñir con esa aplicación biosintética, la disuelven en agua: aplican la solución, junto con una enzima que elimina la glucosa para volver a formar indoxilo que se oxida espontáneamente a leuco índigo, y cuando se retira del líquido, reacciona con el aire transformándose en índigo eliminando la derrochadora síntesis química del índigo y la dañina etapa de blanqueo que convierte el índigo en leuco índigo.
«Es una gran noticia sustituir procesos químicos complejos mediante bacterias, una solución viable para más industrias».
El precio de las prendas
Cada prenda que compramos tiene un costo económico, sin embargo no es el más alto. Cada prenda de ropa representa un costo significativo para el medioambiente y la salud humana.
Por ejemplo, el algodón, ha ocasionado una devastación ecológica muy grave. Cada año, durante el proceso de teñido de prendas, también se utiliza alrededor de un trillón de galones de agua dulce, lo que agrega una presión adicional en la disminución de los suministros de agua dulce.
