Si alguien pregunta qué país lleva la delantera en asuntos de responsabilidad social empresarial (RSE), pienso que Suecia estaría en el primer lugar de la lista. ¿Qué tan en serio toma la RSE Suecia? Para empezar, fue el primer país en exigir informes de sustentabilidad a las empresas propiedad del gobierno.
La Comisión de la Unión Europea define la RSE como un concepto “por el cual las empresas integran las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones de negocios y en su interacción con sus stakeholders de forma voluntaria”. Las compañías suecas han hecho más que la mayoría de los países, en especial en las áreas de clima, conservación, entorno laboral, corrupción y problemas sociales. En particular, Suecia tiene altas tazas de participación de fuerza laboral femenina y altas tazas de mujeres en niveles ejecutivos en las empresas.
Por medio de una promoción clara e integral por parte del gobierno, Suecia formó una buena atmósfera y entorno para que las empresas lograran la RSE. Suecia consiguió la posición más alta en el Índice de Competitividad Responsable presentado en el informe AccountAbility y Fundacao Dom Cabral. Este informe comparó cuestiones de RSE de varias empresas en 108 países.
Desde 2002, Suecia estableció un departamento de Responsabilidad Global dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores, y fue el primer país en el mundo en tener una función dedicada a la RSE dentro del gobierno. Busca ayudar a las empresas suecas a trabajar en un mejor medio ambiente, derechos humanos y condiciones laborales bajo la guía del Pacto Mundial de la ONU. La Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo Internacional (SIDA, por sus siglas en inglés) también está comprometida activamente en apoyar la RSE. Desde el 2005, SIDA publicó lineamientos para apoyar la RSE. No sólo trabaja con empresas suecas sino también con socios globales. Cooperó con CSR Asia en guiar la adaptación del sector privado al cambio climático en el Sudeste de Asia en el 2008. Hay muchos otros departamentos oficiales suecos que ayudan a promover los asuntos de RSE en todos los niveles, e incluso la Embajada Sueca en China tiene un centro de RSE con personal de tiempo completo. No existen departamentos similares en el mecanismo en forma de pirámide multi-nivel que define a algunos países asiáticos (como China, por ejemplo). Sin embargo, con la publicación de la ISO 26000 y un mayor enfoque en la RSE por parte de las empresas, es posible que surjan cambios. En China, por ejemplo, pareciera que el gobierno central está próximo a tener un departamento dedicado a la promoción y regulación de la RSE. La Comisión de Reforma de Desarrollo Nacional en China estableció el departamento de Cambio Climático en el 2008 para abordar importantes problemas del cambio climático.
Someterse a las leyes y estándares no es RSE; tampoco lo es el diálogo sobre etiquetado ecológico ni el comportamiento filantrópico. Las empresas deben darle toda su atención a la retroalimentación y expectativas de sus múltiples stakeholders. Las empresas suecas se enfocan en guiar a su cadena de valor en el proceso de lograr sus responsabilidades sociales. Creen que los verdaderos resultados de ganar-ganar sólo pueden lograrse compartiendo responsabilidades. Por ejemplo, H&M publicó su código de conducta en 1997, el cual también aplica a sus proveedores y distribuidores alrededor del mundo. El trabajo infantil, la equidad de género y otros asuntos similares han sido atendidos. Investigaciones recientes demuestran que H&M está clasificado como el principal usuario de algodón orgánico.
Pero si comparamos esto con China, podemos ver que hubo más de 700 informes de RSE publicados en China durante el 2010, pero muy pocos han extendido su enfoque de RSE de manera descendente hacia su cadena de valor o ascendente hacia los vendedores.
Los consumidores también juegan un papel importante en este proceso. Los consumidores suecos tienden a preocuparse por los derechos humanos, el medio ambiente y los cambios climáticos. Una vez que descubren la “mala conducta” de una empresa con respecto a la responsabilidad social y la protección del medio ambiente, pueden ejercer su derecho de “no compra”. La participación en el mercado de esa empresa va a disminuir, limitando por ende sus ganancias. Cuando toda la sociedad esté enfatizando la RSE, el cumplimiento de la misma se convertirá en una práctica de negocios habitual.
Le tomará tiempo a los países en Asia, como China, ponerse al día en la promoción eficaz de la RSE. Muchas empresas en Asia siguen viendo las regulaciones medioambientales como un dolor de cabeza. Las empresas pequeñas siguen en la etapa de percibir las leyes acerca de las emisiones excesivas como una carga financiera. Falta mucho camino por recorrer en la RSE en esta región.
Fuente: Csr-asia.com
Por: Yike Qin.
Publicada: 19 de octubre de 2011.