Ayer estuvimos en el segundo y último día de la III Conferencia México-Iberoamérica de RSE. Así como ayer publicamos los destacados del día uno; éstas son las ideas que más destacaron desde nuestro punto de vista en la jornada dos.
Pocos son los foros que tocan el tema de la RSE en la comunicación, y éste lo hizo. Aquí los highlights:
Rosa Conde, directora de la Fundación Carolina:
Hay tres maneras de incluir la RSE en los medios de comunicación: Como noticia, como contenido o en la empresa misma.
Héctor Aguilar Camín, director de la revista Nexos:
¿Mienten los medios? Sí, y mucho. Porque la realidad que presentan es sólo una parte de «la realidad.»
Los medios son especialistas en malas noticias.
Hay medios que dan notas, no información.
Los medios son libres, no neutros.
La libertad de los medios no es excusa para negar la responsabilidad de su poder.
Los medios deben de tratar de ser un intelectual colectivo que ayude a la sociedad a ser más inteligente y a tomar mejores decisiones.
Jaime Abello, director de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano
La credibilidad de los medios está en juego, pues la respuesta de la sociedad hoy es inmediata.
«Ventaneando» y otros programas de revista no son periodismo… son entretenimiento.
Así como hay huella ambiental, los medios dejan una huella cerebral.
Los periodistas siguen creyendo que la RSE es altruísmo.
Carlos Marín, director de Milenio Diario:
Decía Carlos Payan que la verdad es siempre sospechosa. Por ello, desconfía de aquellos que dicen tener la verdad.
La RSE de los medios tiene que ver con la calidad de ellos.
El periodismo es un ejercicio de libertad, libre, libérrimo y cualquiera lo puede ejercer… Hay escépticos de la RSE y de cualquier cosa que, como sector, tengamos que firmar o comprometernos a… Yo soy uno de los escépticos, porque creo que el periodismo de calidad incentiva por sí mismo las buenas prácticas.
No hay empresas perfectas. La perfección no existe, por eso, aún el oro, para trabajarse, necesita escoria.
Después de esta mesa, se tocó el tema del futuro de la RSE y allí destacó de sobremanera la participación de Ramón Jauregui, diputado presidente de la Delegación UE y México del Parlamento Europeo y uno de los más férreos impulsores del tema. Aquí algunas de sus ideas:
No soy tan ingenuo como para pensar que el tema de la RSE tiene la misma intensidad que temas como el cambio climático.
La RSE no está, como un tema sustancial, en las agendas políticas del mundo. La RSE tampoco se ha vuelto un tema sólido en las noticias económicas.
Hay una fatiga de reporte. Hay que homogeneizar la manera de reportar.
No es el consenso general del mundo que los reportes sean obligatorios para las empresas que cotizan en bolsa, aunque yo creo que debiera serlo.
La voluntariedad es sustancial para la RSE.
Estean creciendo más rápido los temas medioambientales y de derechos humanos que los tópicos sociolaborales.
Para que avance la RSE necesita dar beneficios económicos. La reputación corporativa debe transformarse en beneficios tangibles a la empresa.
El consumo no es suficientemente agradecido con la RSE; los índices bursátiles, sí.
Es necesaria una sociedad que premie o castigue la RSE, sin embargo, los consumidores aún deciden por precio u otros atributos del producto o servicio.
Asimismo Audra Jones, directora para las Américas del International Business Forum, destacó:
La RSE ha surgido por expectativa social pero se vuelve ventaja competitiva por hacerla innovación, no por copiarla.
A pesar de la RSE, en el mundo se duplicó el desempleo del 2007 al 2009.
No se puede ser socialmente responsable con una visión de corto plazo.
Finalmente Antonio Vives, director del evento, en las conclusiones, señaló :
Es necesario que en Latinoamérica se creen certificados que las empresas puedan exhibir en sus productos para que el consumidor tome decisiones de compra. Cuando los consumidores poseen mejor información sobre los proyectos sociales pueden recompensar o castigar a las compañías al momento de comprar productos. Un ejemplo de ello es el certificado «libre de mano de obra infantil», que existe en Brasil.
En la medida en que las compañías de AL compitan más en el plano internacional sentirán «más presión» para cumplir con parámetros de responsabilidad corporativa.
No me parece correcto lo que hizo Greenpeace al analizar casos aislados de empresas españolas que operan en México, ya que al encontrarles un problema, lo elevan a categoría de desastre mundial.
Greenpeace, por ejemplo, critica a la cadena española NH por construir un hotel en un terreno de manglares sin decir que «ese manglar había sido destruido por un huracán reciente.»
Finalmente, Carlos Solchaga, presidente de la Fundación Euroamérica sentenció:
Las sociedades no deben caer en «el puritanismo» de considerar a las empresas sólo desde un punto de vista moral.
Una conferencia interesante desde todos los puntos de vista, especialmente porque presenta un enfoque mucho más actual la RSE, desmitificándola y a la vez impulsándola; destacando su papel transformador pero también exigiéndole rentabilidad, ya que de ello depende su futuro, que aún se debate si será un motor de cambios sustanciales en las organizaciones o simplemente una tendencia empresarial que será absorbida en el tiempo.
ME PARECE MUY IMPORTANTE QUE SE ESTÉ PENSANDO EN EMPRESAS ALTERNATIVAS, QUE NO SOLO DESARROLLEN LA COMPETITIVIDAD Y PIENSEN EXCLUSIVAMENTE EN LA PRODUCTIVIDAD DESHUMANIZADA, ES NECESARIO FOMENTAR LA ERGONOMIA EN LAS EMPRESAS, Y UN BENEFICIO COMPARTIDO ENTRE TRABAJADORES Y EMPRESARIOS