La Responsabilidad Social Corporativa es clave para las empresas, sin embargo, ésta no puede ser de corto plazo, es importante que sea de largo plazo para que la sostenibilidad y la RSE tengan sentido.
De acuerdo con la Real Academia Española de la Lengua, la sostenibilidad es el eje de la Responsabilidad Social Corporativa de cualquier empresa, institución, proyecto o persona.
Sin embargo, la RAE también dice que la sostenibilidad es ser coherentes con nuestros valores y cuidar lo que nos permite vivir bien.
Sustentar, mantener firme algo; y Defender una proposición. De acuerdo con Lola Pelayo en Huelva Información, estas definiciones deben ser bien definidas en las empresas o instituciones puesto que tienen que ser claras también en la misión, visión y los valores que los caracterizan, con el fin de mantenerlos estables en el tiempo y compartirlos.
“Equivalen a los principios morales y valores por los que las personas regimos nuestras conductas. Lo que pasa es que, igual que las personas no siempre somos coherentes con nuestras ideas y esos principios que defendemos”.
Una de las principales claves para ejercer la RSC es ser coherentes con nuestros principios y que las organizaciones sean coherentes con su cultura corporativa, o lo que es lo mismo, que la tengan claramente definida y compartida con todos los que la hacen posible: trabajadores, clientes, proveedores, vecinos, etc.
Todas las definiciones que aluden a la sostenibilidad están de la mano, puesto que se refieren a seguir viviendo a pesar del tiempo o las dificultades.
Sostener una empresa, o hacer sostenible una actividad, es también garantizarla a pesar del tiempo y las dificultades. Y otra vez el factor tiempo es el criterio que marca la diferencia.
Una de las principales claves para ejercer la RSC es ser coherentes con nuestros principios y que las organizaciones sean coherentes con su cultura corporativa.
Un buen objetivo a corto plazo es satisfacer a los clientes, producir un producto, ofrecer un servicio o generar beneficios es un buen objetivo, lo que se dice públicamente y lo que se persigue es la sostenibilidad, por es necesario pensar en el largo plazo.
Es por eso que es muy importante también involucrar las necesidades de los clientes, cuidar la satisfacción y retención del talento de los que trabajan para producir un producto o servicio, aceptar y agradecer la fidelidad de los buenos proveedores o asegurar la tranquilidad de los vecinos para evitar los conflictos, entre otras variables que influyen directamente en la pervivencia de cualquier actividad y de paso en su rentabilidad.
Esto nos lleva a conocer cuáles son los objetivos a largo plazo que se deben cuidar.
“Por eso, las personas y las empresas sostenibles se conocen y también se comunican con su entorno de forma transparente, con objetivos a largo plazo y con la intención clara de generar un beneficio común. Así sí pueden hablar de Responsabilidad Social Corporativa”.