Poseer una voz es tener en tus manos una enorme responsabilidad. Políticos, celebridades, comunicadores y marcas deben tenerlo claro. Poseer una voz significa también que tienes el poder de prestarla a otros y el deber de emplearla en favor de tu entorno; especialmente cuando se trata de abordar las tradiciones de un pueblo.
«Cuando tienes una voz no puedes usarla de cualquier forma. No solo dices lo que tienes en mente. Muchos de tus pensamientos no son dignos de ver la luz del día», explicó Michelle Obama, ex primera dama estadounidense, recientemente en una conversación con la poetisa Elizabeth Alexander. Las declaraciones fueron retomadaas en un artículo de CNN; y durante la charla, la primera dama alertó a los jóvenes sobre la importancia de cuidar la forma en la que utilizan las plataformas sociales.
La responsabilidad de tener una voz se multiplica cuando la prestas a otros. Este criterio se aplica a las empresas que, como parte de su RSE integran a grupos vulnerables en su comunicación para plantear un problema social o comunicar sus esfuerzos responsables. Las marcas entregan el micrófono y sus grupos de interés necesitan ser debidamente representados.
Ninguna marca que busque tener un vínculo con sus grupos de interés puede ignorar sus tradiciones; es ahí donde radica el corazón de las comunidades.
Seguro es que para este momento estarás preguntándote ¿qué rayos tiene que ver todo esto con el Día de Muertos y RSE? Lo cierto es que tiene todo que ver. Apenas se acerca el mes de noviembre, las tiendas se llenan con productos relacionados no solo con Día de Muertos, sino también con Halloween (una fiesta de origen pagano que se celebra previo al Día de Muertos en México). Las marcas se relacionan con sus comunidades y al hacerlo se vinculan también con sus costumbres y tradiciones.
La RSE y las tradiciones
Al abordar las tradiciones de una comunidad, es muy importante que las empresas sean fieles a las creencias locales. Los atentados no están permitidos. Es en la medida que una organización se muestre dispuesta a abrazar las costumbres de un pueblo, que será bienvenida para formar parte de la comunidad.
Cuando una marca se internacionaliza, el reto se vuelve grande. Al llegar a un país que le resulta ajeno, enfrenta el desafío de fusionar sus propios valores con los de su nueva comunidad. El riesgo de rechazo es enorme, especialmente si sus valores se contraponen.
No se trata de purismo. Las tradiciones de un pueblo son la suma del pasado y el presente que lo dotan de identidad. No obstante, alcanzar esa suma duele; conservar vivas nuestras raíces depende de mantenerlas vigentes y de entenderlas a profundidad.
La cultura no levanta muros, los destruye. – Eliza Queijeiro
«Por más que queramos cuidar «lo nuestro» creyendo que lo logramos por alejar «lo ajeno», vale mejor la pena entender el origen de ambas festividades: Halloween y Muertos para comprender porqué queramos o no se terminan fusionando», escribió la humanista Elisa Queijeiro en el marco de la Conmemoración de Día de Muertos 2017.
El comporamiento responsable radica en respetar las costumbres locales y buscar el camino para aportar valor; prestar tu voz es quizá uno de ellos.
Los aciertos y errores de Disney
En mayo de 2013 una noticia sorprendió al mundo entero e indignó a los mexicanos: la norteamericana The Walt Disney Company buscaba convertir Día de Muertos en una marca registrada.
El resgistro formaba parte de los preparativos para el lanzamiento de una película de título entonces desconocido, basada en la festividad mexicana. El proyecto fue anunciado en 2012 por el entonces director de Pixar, John Lasseter, como uno de los más importantes de la compañía para estrenar en 2015.
El registro, desde luego, no se llevó a cabo. La empresa retiró su solicitud apenas unos días después de la polémica y el tema quedó en el olvido. A cuatro años del acontecimiento, el pasado 27 de Octubre, Coco vio a luz en las salas de cine mexicanas con gran aceptación.
El estreno de Coco dos años después de lo que se había anunciado, permitió que la indignación del pueblo mexicano desapareciera prácticamente por completo. Ya nadie recuerda ese episodio en el que diversos medios de comunicación hablaron de los esfuerzos de Disney por apropiarse de una tradición mexicana y lucrar con ello.
La solución no fue abandonar el proyecto. Disney prestó su voz al pueblo mexicano abordando la festividad de Día de Muertos, siendo fiel a las tradiciones y haciendo la tarea.
La investigación realizada por el equipo de Pixar se nota. Desde el colorido de la película hasta la explicación de cada uno de los elementos que se presentan en las festividades.
Se hace presente el significado de la ofrenda que se coloca el día primero de Noviembre como tributo a nuestros seres queridos y el camino de flores de cempasúchil que los gúia de vuelta a casa por una noche. El papel picado, las calaveras de azucar y la importancia de la familia; todo aderezado con la magia característica que Disney.
El talento mexicano no podía faltar en esta cinta, por lo que figuras como Eugenia Leon, Alex, Lora y Andrés Bustamente fueron quienes dieron vida a los personajes. Luis Ángel Gómez Jaramillo, mexicano de 12 años prestó su voz y talento musical para dar vida a Miguel. Todo de la mano de músicos mexicanos como Camilo Lara, la Banda Tierra Mojada, originaria de Oaxaca y Grupo Mono Blanco, quintéto de veracruz que hizo bailar a Pixar al ritmo del son jarocho.
Déjenme decirles que si no han visto COCO vayan por qué es de las cosas más hermosas que PIXAR ha hecho❤??#DisneyPixarCOCO #CocoLaPelicula
— Sharizard? (@ItsSharizard_10) 28 de octubre de 2017
El respeto de Coco al abordar las tradiciones mexicanas la ha hecho pasar de la polémica a la aceptación ganándose el corazón de los mexicanos. La cinta es un homenaje a nuestras tradiciones y una muestra más del increíble trabajo que Pixar sabe hacer cuando se trata de animación. La marca no sacrificó su identidad, la prestó para darle vida a México.
