Facebook está en el punto de mira. La puesta en escena del nuevo perfil de la red social no sólo ha desatado la atención de los usuarios, sino también su escepticismo.
De sobra conocidas son las debilidades y aspectos vulnerables que la red social de Mark Zuckerberg ha venido enfrentando desde su nacimiento; sin embargo ahora, la situación parece complicarse para Facebook. La última noticia nos ha llegado de Londres donde, tras recibirse multitud de quejas de los usuarios en lo relacionado a la privacidad, se ha decidido llevar a cabo una auditoría.
Londres no ha sido la primera en iniciar acciones contra los agujeros negros de la privacidad de Facebook: la red social ya está expuesta a las acciones de la CFC de Estados Unidos.
Facebook y el rastreo de las búsquedas
El principal problema al que se enfrenta Facebook en el momento actual es la forma en la que se comparten las actividades elegidas por los usuarios. Hablamos del método que se utiliza para rastrear las búsquedas.
Esta situación ha desatado un revuelo de gran magnitud porque invita a pensa qué uso puede darle Facebook a la información que obtenga en relación al rastreo de las presencias de navegación una vez que el usuario sale de la red social.
Que no pueda ser analizado con los datos que la red social pueda obtener de sus usuarios activos, queremos decir…
¿Y las responsabilidades de los usuarios?
Para los usuarios también existen grandes desafíos en relación a la forma en la que cuidamos nuestra privacidad. Si bien es cierto que la red social debe respetar la normativa existente en materia de protección de datos personales, no es menos cierto que una de las debacles vividas de la mano de los sistemas capitalistas y neoliberales que ahora agonizan es precisamente una vulneración total de datos personales para llegar a vulnerar los derechos más fundamentales.
¿Qué significa esto? Pues que, al menos en la red social, la exposición, la toma de conciencia con la naturaleza pública del contenido que ahí compartimos, pública y privadamente, si está bien desarrollada no tiene porque ser adversa.
Esto es: ¡cuidado con lo que publicamos en Facebook! O mejor dicho, cuidado con lo que hacemos público.
Es necesario que conozcamos a fondo las acciones que existen para configurar nuestra privacidad en las diferentes redes sociales.
En Facebook existe la posibilidad de crear grupos privados, existe la posibilidad de blindarte ante ciertas personas con las que no quieres relacionarte: todos las tenemos y es mejor bloquear que lamentar.
Si hacemos lo mismo con la personalización de las fotos, los álbumes, las actualizaciones públicas de “estado”, etc., y si nos mantenemos muy cuidadosos con las aplicaciones que visitamos (no hay que olvidar que las actualizaciones se publican en nuestro muro y de forma pública) estaremos minimizando las situaciones embarazosas de la vulneración de privacidad por parte de Facebook.
Todos responsables: Facebook ante las autoridades y nosotros como prosumidores
A nivel de evolución del modelo de negocio, cabe destacar que la privacidad siempre ha sido el caballo de batalla de Facebook. Ahora se suma la auditoría de Londres para determinar una posible vulneración de la legislación vigente en el marco de la protección de datos, si bien tampoco hay que olvidar que Google hace exactamente lo mismo si no configuramos el perfil de nuestra cuenta.
Y es que así es la red… Si buscamos la exposición, la influencia, la reputación, si hemos hecho de la red nuestra forma de vida y si somos parte de los apasionados que buscamos cada día innovar y ofrecer un valor añadido, sabemos que somos públicos.
Nosotros veremos a quién se lo mostramos y con quién lo compartimos, las opciones para que no sea así existen, y eso es independiente de lo que decidan las autoridades en relación a la red social.
Somos consumidores, somos productores y debemos ser responsables.
>Fuente: Comfia.info
Por: German Piñerio.
Publicada: 19 de octubre de 2011.