A pesar de los avances en muchas áreas de la sociedad y el incremento de sanciones y reformas, el maltrato animal contra los animales de compañía persiste. Los últimos datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) sitúan a México como el tercer lugar en el mundo con casos de maltrato animal.
La buena noticia es que historias como la donación de una silla de ruedas de Mercedes-Benz para el perrito son un ejemplo de que las empresas, desde la responsabilidad social, tienen el poder de generar un impacto social positivo con sus acciones, según informa el New York Post.
Más allá de la excelencia de Mercedes-Benz
La marca de automóviles Mercedes-Benz es conocida en todo el mundo por su excelencia en ingeniería y diseño automotriz. Sin embargo, en esta ocasión, la marca ha captado la atención por su compromiso de responsabilidad social con el bienestar animal.
Cuando Bunny, el cachorro herido, fue rescatado por «The Animal Pad», un servicio de rescate animal filantrópico, podría haber sido un caso más de maltrato animal; sin embargo, su historia se convirtió en un llamado a la acción.
Bunny fue encontrado en abril por el servicio de rescate de perros durante una de sus operaciones filantrópicas en México. Había sido atropellada por un automóvil y presentaba graves heridas que requirieron una cirugía para extirparle las patas traseras.
Su historia se difundió ampliamente en las redes sociales, generando un comentario que sugería que Bunny «merecía la Mercedes-Benz de las sillas de ruedas» debido a su discapacidad, ya que había perdido sus patas traseras.
El video publicado por Henry Friedman, un dedicado rescatista de perros de «The Animal Pad» que asumió la responsabilidad de cuidar a Bunny, mostraba a Bunny moviéndose torpemente sobre sus dos patas delanteras, revelando la triste realidad de que necesitaba una silla de ruedas para llevar una vida más cómoda y saludable.
Este comentario captó la atención de Mercedes-Benz de manera significativa, y la marca de automóviles de lujo vio en esta oportunidad una forma de utilizar sus recursos y su alcance para hacer una diferencia real en la vida del cachorro.
Una colaboración de impacto
La marca de lujo decidió colaborar con Eddie’s Wheels, una compañía especializada en la creación de sillas de ruedas personalizadas para perros, para proporcionar a Bunny una silla de ruedas adaptada a sus necesidades específicas.
El resultado fue una silla de ruedas, de color negro, que presentaba el icónico logotipo de Mercedes-Benz en su arnés y una placa de matrícula en la parte trasera que decía «BUNNY’S BENZ». Esta silla de ruedas no era simplemente un dispositivo de movilidad, sino una muestra tangible del compromiso de Mercedes-Benz con el bienestar animal y la responsabilidad social.
El impacto social de esta historia trasciende la vida de Bunny. Muestra cómo una empresa como Mercedes-Benz puede ir más allá de la excelencia automotriz y utilizar su influencia y recursos para abordar problemas de importancia social, como el maltrato animal.
Lo que me interesa de esta nota es que pudiera lograrse que no solo sea un caso aislado sino que se vuelva «masiva» la ayuda para todos los que lo necesitan, de otra forma es colgarse una medalla con solo un caso, debería al menos producirse (la silla de ruedas para perritos) y poder comprarse en las tiendas de accesorios y alimentos para animales de compañía.