Por Ixchel López, experta en proyectos socioambientales
Avaaz realizó una encuesta a jóvenes de 10 países sobre la ansiedad relacionada con el cambio climático. 7 de cada 10 personas jóvenes cree que el futuro es aterrador y el 45% asegura que la ansiedad relacionada con el cambio climático está afectando su vida cotidiana: la forma en la que juegan, comen, estudian y duermen.
Esta no es una sensación exclusiva de ese segmento de la población. Hay personas de distintas edades sufriendo esta ansiedad climática. ¿Cómo no sentirse así? En los últimos años hemos visto con mayor frecuencia imágenes de comunidades y ciudades afectadas por sequías, incendios, lluvias torrenciales, inundaciones, huracanes, temperaturas extremas.
Ante ello tenemos tres opciones: (1) seguir como hasta ahora y pensar que de alguna manera la humanidad sobrevivirá, (2) deprimirnos y pensar que esto ya no tiene solución o (3) encontrar soluciones y empezar a construir una nueva forma de relacionarnos con nuestro planeta.
Una relación renovada con la naturaleza
Cuando sentimos estrés, agobio o tristeza, basta dar un paseo en un camellón o parque con árboles, un bosque o una playa para mejorar nuestro ánimo. El simple hecho de estar inmersas en un espacio natural nos da tranquilidad, y la pandemia nos ha mostrado la importancia de contar con espacios verdes para nuestra salud mental.
Pero la naturaleza nos da mucho más: agua, alimento, seguridad, empleos.
- Los bosques ayudan a regenerar y retener el suelo, captar agua para los acuíferos y ríos de donde proviene el agua que bebemos, y absorben el 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de todos los sectores del país.
- Los arrecifes de coral capturan carbono, albergan a especies de peces de importancia comercial, son atractivos para el turismo, protegen contra huracanes y generan arena.
- Los manglares son vitales para la estabilización de las costas y para controlar su erosión.El flujo en el encuentro de las aguas dulces con las aguas marinas, esesencial para estabilizar el clima, amortiguar la contaminación de los ecosistemas vecinos, refugio de especies de importancia comercial y son los ecosistemas con mayor captura de CO2.
- Los parques, camellones y banquetas con vegetación generan beneficios como infiltración del agua, mejora en la calidad del aire, espacios de recreación, disminución de la temperatura al proveer de sombra, entre otros.
- Más del 75% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de los polinizadores como abejas, aves, murciélagos, polillas, mariposas.
Estos son solo algunos de los diversos ecosistemas que existen en nuestro planeta, y de los que depende nuestro bienestar, nuestra economía y la vida en este planeta.
La naturaleza como solución ante el cambio climático
Si nuestra vida depende de la naturaleza, ¿es posible apoyarnos en ella para solucionar los retos que estamos enfrentando como humanidad? ¡Sí!
Existe un concepto relativamente nuevo, Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN), que se refiere a los enfoques, acciones o procesos que utilizan los principios de la naturaleza para dar solución a distintos problemas relacionados con la mitigación y adaptación al cambio climático, la reducción de riesgos ante desastres, la salud humana, el desarrollo social y económico, la seguridad alimentaria y la gestión hídrica.
Incluyen la restauración, protección y manejo de ecosistemas como bosques, arrecifes y manglares, que de acuerdo con los beneficios que nos otorgan, ayudan a resolver prácticamente todo el abanico de retos a los que nos enfrentamos.
Otra acción es la implementación de infraestructura verde definida por el Gobierno de la Ciudad de México como una red planificada e interconectada de espacios verdes (como parques, arbolado urbano, azoteas verdes), azules (como ríos, arroyos, humedales, jardines infiltrantes) y grises (infraestructura convencional). Esta red está diseñada y administrada para ofrecer múltiples beneficios socioambientales que promueven la protección de la biodiversidad, la mejora de los servicios ecosistémicos, adaptación al cambio climático, prevención y mitigación de riesgos y la mejora de la calidad de vida, bajo un enfoque de resiliencia.
Si bien la infraestructura gris o convencional es capaz de resolver algunos retos, la infraestructura verde permite reducir costos y generar mayores beneficios ambientales, sociales y económicos ya que cuenta con un enfoque sistémico, participativo y multiescalar.
Inversión para el futuro
Estamos atravesando un punto clave que definirá el panorama de nuestro planeta. El 58% de las personas jóvenes entrevistadas por Avaaz expresaron sentirse traicionadas por las decisiones y acciones que se toman actualmente. Está en nuestras manos mostrarles que vale la pena el futuro.
Debemos implementar YA acciones que utilicen la naturaleza como solución ante el cambio climático: promover la creación de áreas naturales protegidas, destinar áreas voluntariamente a la conservación, financiar la adaptación de espacios verdes en las ciudades, promover la protección de ecosistemas. La lista es infinita. ¿Te sumas a crear e implementar soluciones innovadoras y basadas en la naturaleza? Nos conviene a todas, por nuestro derecho a un futuro sostenible.
Ixchel López Olveral
Experta en proyectos socioambientales.
Ixchel López Olvera es bióloga con especialidad en Economía Ambiental y Ecológica por la UNAM. Durante más de 14 años ha contribuido en la construcción de un México sustentable y con justicia social, especialmente en regiones costeras. Se desempeñó en diversos cargos dentro de la Semarnat, como directora ejecutiva de una organización de la Sociedad civil y actualmente es asesora en la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable. https://iixchel.wixsite.com/Ixchel
