La responsabilidad corporativa no es un tema de bondad, sino de gestión de negocios. Las compañías están modificando su actuar hacia un modelo de desarrollo sostenible en beneficio del planeta, la sociedad y sus operaciones. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible publicados el año pasado son una excelente guía para llegar a este modelo.
En el mundo, 2,600 millones de personas dependen de la agricultura; de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas, en la actualidad el 52% de la tierra empleada para esta práctica se ha visto gravemente afectada debido a la degradación del suelo, una situación que requiere de acciones inmediatas y eficaces. Es por eso que el ODS número 15 de propone que para 2020 se haga conciencia sobre el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y de agua dulce, detener la degradación de las tierras y frenar la pérdida de seres vivos
El reto es hallar en qué punto una compañía puede producir el mayor impacto positivo de acuerdo a su expertise y núcleo de negocios. Las empresas relacionadas con la producción agrícola tendrán una mayor capacidad de dejar una huella positiva si dirigen sus esfuerzos a fomentar la armonía entre la agricultura y los hábitats naturales. Un buen ejemplo es Monsanto, que mediante 4 acciones concretas demuestra su trabajo en materia de conservación de los recursos de la tierra y preservación del ambiente natural.
Protección y conservación del agua
Menos del 2% del agua del planeta es dulce y casi el 70% de esta es utilizada para prácticas agrícolas. Por este motivo, las empresas de esta industria deben ayudar a que los agricultores utilicen este recurso de forma eficiente en sus cultivos. Monsanto promueve el uso de semillas especiales para zonas de sequía y prueba nuevos métodos de riego, identificando formas de reutilizar el agua.
Estas prácticas se llevan a cabo en la granja de Monsanto, en Piilani, Maui, una región de Hawaii, donde también se recicla el 100% del agua para actividades de riego y se recolecta el agua de lluvia. Además, la empresa colabora en un proyecto para agricultores llamado AquaTEK, que combina la gestión inteligente de agua, capacitación y educación agrícola.
Atenuación y adaptación al cambio climático
Los efectos del cambio climático ya son parte de nuestro día a día, por lo que es necesario diseñar acciones para enfrentarlos. Monsanto colabora con distintas organizaciones para reducir las emisiones de carbono del sistema de producción de alimentos; además de contrarrestar los efectos del cambio climático. La empresa también cuenta con instalaciones verdes que se operan bajo el sistema LEED y parte de la Iniciativa Global Clinton (CGI), para trabajar continuamente en temas de agricultura sostenible.
Protección y preservación del ambiente natural
Sin un ecosistema saludable, la agricultura sostenible no sería posible. Una de las especies que se ha visto afectada por situaciones del entorno es la mariposa Monarca, este ejemplar necesita del algodoncillo para poder sobrevivir.
Ante esta situación, Monsanto, a través de la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre, ha otorgado 3.6 millones de dólares para el Fondo para la Conservación de la Mariposa Monarca, invirtiendo en la investigación para descubrir y desarrollar formas de preservar su hábitat.
Desempeño ambiental
Para las empresas es muy importante mostrar el cumplimiento de sus operaciones sociales, económicas y ambientales, a fin de generar confianza, valor y reputación con sus grupos de interés. Monsanto cuenta con métricas ambientales destacadas, certificadas por Bureau Veritas, líder mundial en evaluaciones e inspecciones de este rubro para las empresas.