Por: Leopoldo Lara
La transparencia y la rendición de cuentas, son acciones indispensables para generar confianza.
Deben ser transparentes y capaces de rendir cuentas en todo momento: los gobiernos ante sus gobernados, las empresas ante los consumidores de sus productos, quienes prestan servicios; es prácticamente una estrategia que genera un ciclo virtuoso entre mandante y mandatario.
¿Y las organizaciones de la sociedad civil?
Por supuesto que al tener contacto con la ciudadanía y sustentar su actuación en la buena fe, también deben llevar a cabo prácticas que fomenten la confianza.
Hace un par de semanas tuve la fortuna de asistir a un panel sobre la materia. En él escuché de cerca las propuestas y los análisis de dos organizaciones muy serias y de prestigio: el Centro Mexicano para la Filantropía AC (CEMEFI) y la Fundación Telefónica AC, que a su vez es promotora de la Asociación CONFÍO. Ambas instituciones impulsoras, entre otros temas relevantes, de la rendición de cuentas y de la transparencia institucional de las organizaciones de la sociedad civil de beneficio a terceros.
Los objetivos comunes: profesionalizar al sector social, generar confianza entre los donantes y lograr mayor participación social a través de las organizaciones sociales.
La mecánica para lograrlo: a través del acreditamiento de los diez indicadores de «Institucionalidad y Transparencia» que propone el CEMEFI. A través del cumplimiento de los nueve principios de «Transparencia y Buenas Prácticas» que propone CONFÍO. Dos visiones que construyen el mismo camino: fortalecer al sector social y con ello fortalecernos todos.
Para el CEMEFI (una institución conformada por las empresas más relevantes del país, por la academia y el sector social), las organizaciones de la sociedad civil deben acreditar cuatro grandes temas: si la organización existe y opera; si cumple con los requisitos legales mínimos; si cuenta con misión, visión y objetivos que orienten su servicio a las personas que sirve; y, si cuenta con los mecanismos institucionales de transparencia y rendición de cuentas, es decir, si informa públicamente de sus acciones y de sus estados financieros.
Los beneficios que sugiere el CEMEFI a las organizaciones que lo acreditan son amplios y derivados de alcanzar la confianza: mayores donantes, más visibilidad.
Este proyecto apareció en 2004 y a la fecha existen 407 organizaciones en todo el país debidamente acreditadas por esta Institución, valdría la pena conocer si realmente obtienen los beneficios.
CONFÍO, por su parte, es una iniciativa más joven en México, pero pionera en el mundo.
En efecto, CONFÍO es una propuesta iniciada en 2001 en España por la Fundación LEALTAD que implantó una serie de principios y recomendaciones tanto para aquellos que pretenden donar con responsabilidad, es decir dando seguimiento a sus donaciones y midiendo los impactos en el sector apoyado, como para aquellos que buscan obtener donaciones para sus proyectos sociales.
Además de hacer hincapié como el CEMEFI, en los aspectos relacionados con los niveles de gestión institucional, de profesionalización y cumplimiento de objetivos, en CONFÍO también existe una plataforma para que las organizaciones de la sociedad civil presenten sus informes públicos y con ello logren acceder a ese nivel de transparencia institucional.
CONFÍO en México, está avalada por organizaciones ampliamente reconocidas, tanto del mundo académico como el Tecnológico de Monterrey; del sector social como la Fundación del Empresariado Chihuahuense (FECHAC), y del sector empresarial como la propia Fundación Telefónica.
En su página, se ofrece una liga en la que pueden consultarse los informes de las primeras organizaciones sociales que lo llevan a cabo; sin embargo, tanto esa como la liga del número de organizaciones que han cumplido con los principios de transparencia y buenas prácticas, se encuentra fuera de servicio, por lo que no es posible tener a la mano esa información, por esa vía, al menos por ahora.
Además de esas metodologías desde organizaciones con presencia empresarial, existen muchos esfuerzos más, desde la propia sociedad civil, que impulsan el ejercicio de la transparencia, como el realizado por Alternativas y Capacidades AC y Fundar AC, que suscribieron junto a otros colectivos, un pronunciamiento en el que se establecen mecanismos puntuales, para lograr organizaciones transparentes.
Lo importante es que la transparencia y rendición de cuentas, eso que parece un tabú en nuestro país tanto para el sector público como el social y el privado, ahora sea una realidad impulsada desde varios frentes.
Al final, la confianza parece ser el elemento central que nos motiva a todos quienes participamos en la sociedad.
No buscarla a pesar de requerirla, seguirá siendo la gran incógnita de nuestro sistema político.
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