Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea estimaron hoy que se necesitarán 175.000 millones de euros anuales en 2020 para poder cumplir con los objetivos de reducción de emisiones y evitar que la temperatura del planeta aumente por encima de dos grados centígrados.
Después de una jornada de intensas negociaciones, los estados miembros lograron superar el temor a introducir una cifra concreta en este sentido, aunque no mencionaron cuánto deberían recibir los países en vías de desarrollo de ese total.
La Comisión Europea, que propuso esa misma cantidad el mes pasado, había sugerido también que más de la mitad fuese a parar a las naciones más pobres, pero los ministros consideraron que es demasiado pronto para ir más allá en sus compromisos globales.
«En el esquema de negociación en el que estamos es prematuro porque quedan muchos meses por delante», indicó en rueda de prensa la secretaria de Estado española de cambio climático, Teresa Ribera, quien dijo que lo primero es reclamar a los países en desarrollo, que todavía no lo hayan hecho, que pongan de manifiesto cómo creen que deben contribuir.
Además, también se necesita que los países emergentes hagan un análisis de cómo quieren desarrollarse a partir de ahora para evitar el uso intensivo de carbono y hasta qué punto creen que el coste adicional debería ser financiado por cauces internacionales.
«Los países en vías de desarrollo deben realizar un esfuerzo importante en la reducción de emisiones», destacó Ribera.
El Consejo de Medio Ambiente abogó por que, como condición previa para recibir financiación, los países en desarrollo den a conocer sus esfuerzos de reducción a través de un registro público de las medidas de mitigación.
En cuanto al acceso a la financiación, los ministros consideran que no es posible un escenario en el que todo proceda de fondos públicos, de manera que sería necesario cambiar la orientación de las inversiones del sector privado.
«Habrá una necesidad de fondos adicionales de procedencia pública, pero también una mayor participación del sector privado», señaló Ribera.
Reparto de esfuerzos
En cuanto a los criterios en los que debería basarse el reparto de esfuerzos de reducción de emisiones, la secretaria de Estado española dijo que de momento los ministros seguían negociando porque hay quienes consideran que se deberían limitar a referencias genéricas.
Los países deben decidir los parámetros que quieren proponer en la cumbre de cambio climático de la ONU de Copenhague para el reparto de esfuerzos en la reducción de emisiones, otro punto que ha planteado problemas entre las delegaciones.
Bruselas propuso cuatro parámetros -PIB per cápita, emisiones de gases de efecto invernadero por unidad de PIB, tendencia de emisión y demográfica entre 1990 y 2005-, pero estados miembros como España, Francia y Reino Unido quieren añadir criterios adicionales.
España, en concreto, aboga por que se tenga también en cuenta el potencial de reducción de emisiones, ya que no se encuentra en la misma situación una central que está al límite de sus posibilidades técnicas que una en la que todavía sea viable la innovación.
Los países del Este rechazan frontalmente incluir este criterio porque les perjudicaría en los cálculos de esfuerzo de reducción, según indicaron fuentes comunitarias.
Otro de los conceptos que España espera que se incluya es el de las emisiones per cápita, al que se oponen países como Luxemburgo, Irlanda y los nuevos estados miembros que obtendrían unos resultados muy altos según este índice, por lo que tendrían que realizar un esfuerzo de reducción mayor.
Fuente: ABC