La Comisión Europea celebra el Día de la Mujer Trabajadora con una amenaza de su política más activa. Viviane Reding da un año a las grandes empresas para que incorporen más mujeres a sus consejos de administración o se enfrenten a cuotas reguladas.
En la Unión Europea, apenas el 12% de los miembros de los consejos de administración son mujeres, el 8% en España, y varios gobiernos ya están pensando en legislar. El Ejecutivo Zapatero ya ha puesto en marcha una norma en este sentido, aunque sugiera más que imponga, y ahora la idea gusta a dos conservadores, David Cameron y Angela Merkel. El primer ministro británico asegura que el objetivo es conseguir llegar al 25% en 2015, y la canciller alemana pide a las compañías que sean «creativas» o el Estado intervendrá.
Sin embargo, la experiencia de Noruega, por ejemplo, indica que pese a la aplicación de esta cuota, las mujeres siguen sin ascender a los puestos directivos.
Iniciativa de Reding para impulsar la autorrregualción
Reding, comisaria europea de Justicia y Derechos Fundamentales, ha formado un grupo con varias empresas, como el banco Dexia, la firma de cosméticos Guerlain o la química BASF, para impulsar la autorregulación.
También participa Yell Publicidad, que publica las Páginas Amarillas, aunque su consejera delegada, Ana García, no estuviera en la reunión de la semana pasada en Bruselas por un «problema de agenda». De momento, las empresas pueden firmar una declaración simbólica para comprometerse a fomentar la presencia de más mujeres en sus consejos, con el objetivo de llegar a un 40% esta década.
Si el 8 de marzo del año próximo no hay avances, Reding propondrá algún mecanismo para controlar, e incluso sancionar, a las grandes empresas en bolsa y sujetas a la supervisión de reguladores nacionales y europeos.
En un artículo a medias, ella y Jerzy Buzek, presidente del Parlamento Europeo, recuerdan que «las mujeres son un negocio». Según un informe de Goldman Sachs, si la UE suavizara la diferencia laboral y salarial entre hombres y mujeres, el PIB europeo aumentaría un 13%. Y otro estudio de la consultora McKinsey asegura que las compañías con un consejo de administración mixto tienen un 56% de beneficios más que las que sólo cuentan con hombres.
El desequilibrio, sobre todo en los puestos de mando, está relacionado con la carga familiar, respecto a la cual la Comisión poco puede hacer. Las madres tienen una tasa de empleo un 11,5% inferior a la de las mujeres sin hijos mientras que la tasa laboral de los hombres que son padres es un 8,5% superior a la de los que no lo son, según Eurostat.
La Unión Europea no da ejemplo
La UE, como es habitual, no se aplica sus propias recetas. Tras la última renovación de cargos, y por primera vez en su historia, el Banco Central Europeo no tendrá ni una sola mujer en su cúpula desde esta primavera. Y las tres instituciones de la UE están presididas por hombres.
Este dominio masculino contribuyó a que Catherine Ashton fuera nombrada Alta Representante de Política Exterior de la UE en 2009. La escasa fortuna de la británica en la gestión del poderoso cargo ha hecho flaca campaña a favor de las cuotas.
Mientras, Angela Merkel sigue siendo una excepción en el Consejo Europeo, donde, entre los Veintisiete, sólo se sientan otras dos mujeres, en nombre de Finlandia y de Eslovaquia. La silla de la alemana, eso sí, vale bastante más que todas las que tiene alrededor.