Se entregaron las becas para Mujeres en la Ciencia 2013 y 2014, otorgadas por L’Oreal México, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC).
Para cerrar la ceremonia, Issis Romero Ibarra –investigadora del Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM– tomó la palabra a nombre de las galardonadas; enfatizó su reconocimiento a las premiadas y a sus familias, que hizo extensivo a las mujeres en la ciencia, educación e investigación en el país.
Posteriormente, refirió que el quehacer científico tampoco puede desentenderse de la realidad nacional y pidió un minuto de silencio a los asistentes en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo de Antropología, donde se llevó a cabo la ceremonia, en nombre de “todas las mujeres víctimas de la violencia y discriminación, así como por aquellas personas que sufren un momento difícil por las crisis que vivimos estos días”.
Pero más allá de la solidaridad, la turbulencia social por la inseguridad del país también afecta el desarrollo de la ciencia y la investigación, refirió por su parte Enrique Cabrero Mendoza, director del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), después de la ceremonia.
En entrevista con reporteros, refirió que “el clima de tensión social que se da en algunas regiones del país, indudablemente no favorece el desarrollo científico y tecnológico”.
Ejemplificó que el anterior gobierno del estado de Guerrero estaba por asignar a Conacyt el donativo de un terreno, donde se emprendería la construcción de una nueva sede del Centro de Investigación Científica de Yucatán, un centro Conacyt. El proyecto, añadió, permitiría desarrollar investigación en temas como biodiversidad y biotecnología alimentaria.
Si bien la renuncia de Ángel Aguirre Rivero podría demorar la creación de esta sede, el director de Conacyt apuntó que ya se han puesto en contacto con el nuevo gobernador, Rogelio Ortega, para continuar con éste.
Cabrero Mendoza enfatizó que si bien el país atraviesa por un momento difícil, la ciencia y la tecnología es una agenda que debe continuar a pesar de ello. “La política en ciencia y tecnología no puede detenerse en ningún momento”.
SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO. Una muestra de lo anterior, dijo el ex director del CIDE, es que el proyecto de Cátedras Conacyt, de reciente creación, contempla plazas para jóvenes investigadores en muchas entidades con un bajo desarrollo de ciencia y tecnología y “donde habría tensiones de ese tipo”.
En estados como Guerrero y Michoacán y otras zonas “tensas”, añadió, han contado con el apoyo de universidades y centros de investigación regionales que además han permitido el avance del sector.
“Estamos convencidos de que la sociedad del conocimiento beneficia y transforma las estructuras sociales que no dejan progresar a esas regiones del país. Además, muchos de estos jóvenes investigadores han querido ir a trabajar a estas entidades, lo cual debe llenarnos de optimismo”.
Fuente: Crónica