La leyenda del ciclismo, Lance Armstrong, pagará a los Estados Unidos cinco millones de dólares por usar drogas para mejorar su rendimiento, mientras el Servicio Postal de los Estados Unidos pagaba millones por patrocinar a su equipo, de acuerdo con el Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Esta es su historia.
Acuerdo de pagar cinco millones dólares por su conducta irresponsable
Armstrong pagará ese dinero al gobierno federal para resolver una demanda por fraude que sostenía que debía 100 millones de dólares a los contribuyentes por dopaje mientras competía por un equipo ciclista patrocinado por el Servicio Postal de los Estados Unidos.
El acuerdo alcanzado fue anunciado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Armstrong también acordó pagar 1.65 millones de dólares para cubrir los costos legales de Floyd Landis, su ex compañero de equipo y denunciante en el caso, según los abogados.
El acuerdo se firmó antes del inicio previsto del 7 de mayo para un juicio civil y es la última acción legal contra Armstrong, un sobreviviente de cáncer y campeón de ciclismo que en 2012 fue despojado de sus siete títulos del Tour de Francia y excluido por vida de los deportes olímpicos.
Declaraciones de Armstrong
Armstrong dijo en un comunicado que le complace resolver este caso y seguir adelante con su vida. «Tengo ganas de dedicarme a las muchas cosas maravillosas de mi vida: mis cinco hijos, mi esposa, mi podcast, varios proyectos emocionantes de escritura y películas, mi trabajo como sobreviviente de cáncer y mi pasión por los deportes y la competencia. Hay mucho por hacer».
El Servicio Postal le pagó al equipo de Armstrong 32.3 millones de dólares entre 2000 y 2004 para competir bajo su logo.
Poco después de la declaración televisiva de Armstrong en 2013 de que había usado drogas prohibidas para mejorar su desempeño durante años, el Departamento de Justicia se unió a la demanda presentada por Landis, buscando el reembolso de los honorarios de patrocinio más daños por un total de 100 millones de dólares.
El Departamento de Justicia dijo en un comunicado que el acuerdo mostraba que nadie está por encima de la ley, incluido Armstrong, a quien los abogados del gobierno llamaron «acusador, traficante y mentiroso.»
Estas son las consecuencias de la conducta irresponsable de Lance Armstrong.
Según el fiscal general interino de la división civil del Departamento de Justicia, Chad A. Readler, un deportista que intencionalmente usó drogas ilegales que mejoran el rendimiento, no solo engañó a otros competidores y fanáticos, sino también a los patrocinadores que ayudan a que las competiciones deportivas sean posibles.
Landis afirmó que tiene la esperanza de que el resultado sea un cambio positivo para el ciclismo y el deporte en general.
Armstrong dijo que continúa viendo la demanda como injusta y sin mérito, pero que ha intentado desde 2013 asumir toda la responsabilidad de sus errores.
El programa de dopaje más sofisticado
A finales de 2012, un extenso informe de la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos que incluyó el testimonio de 11 ex miembros del equipo concluyó que el equipo ciclista profesional del Servicio Postal de Armstrong dirigió el programa de dopaje más sofisticado, profesionalizado y exitoso que jamás haya visto el deporte. Y nombró a Armstrong el cabecilla.
Después de años de negativas, el deportista admitió en una entrevista en 2013 con Oprah Winfrey que había tomado sustancias prohibidas y animó a otros a hacerlo, mientras orquestaba un encubrimiento del uso de transfusiones de sangre y sustancias del grupo, incluidas las hormonas testosterona y eritropoyetina, conocidas como EPO.
Los abogados de Armstrong, dirigidos por Elliot Peters, argumentaron que los consultores del Servicio Postal informaron que tomaron más de 100 millones de dólares en mercadotecnia y otros beneficios del patrocinio de ciclismo una década antes del ingreso de Armstrong al dopaje.
El equipo de Armstrong dijo que el monto del acuerdo fue menor que el gasto del gobierno para perseguirlo, afirmando que la prohibición de por vida de USADA fue extremadamente severa por hacer lo que una generación de ciclistas en el Tour y atletas en otros deportes habían hecho con consecuencias mucho menores.
Landis presentó su demanda en 2010 acusando a Armstrong y otros excompañeros de dopaje después de admitir haber gastado 90 mil dólares al año en su propio régimen de dopaje y renunciar a su título del Tour.
Landis entabló la demanda en virtud de la Ley de Reclamaciones Falsas, que permite a los que denuncian fraude relacionado con impuestos recaudar parte de cualquier dinero recuperado. Según el acuerdo, recibirá hasta el 22% del monto acordado (1.1 millones de dólares) además de los gastos legales.
Armstrong ha intentado lentamente recuperar la confianza del público y regresar al mundo del deporte como comentarista.
El abogado de Armstrong, Peters, dijo que este tiene una vida plena y buena con su novia, Anna Hansen, y sus hijos, incluido el mayor que se dirige a la universidad.
Armstrong ha estimado que perdió 100 millones dólares al admitir el dopaje, ya que sus patrocinadores y marcas lo abandonaron, incluyendo Nike, Michelob, el fabricante de gafas Oakley y Trek Bicycle. La Fundación Livestrong, que apoya a las personas con cáncer, también cortó lazos con él.
