¿Qué haces con un lápiz de madera después de gastarlo hasta el rabillo? Lo tiras a la basura.
«Cada año se fabrican 15,000 millones de lápices, y 3 millones de ellos sólo en Estados Unidos. Son muchísimos trozos de lápiz tirados», dijo Michael Stausholm, CEO de Sprout World.
Sprout World es una firma danesa que quiere reducir este desperdicio. La startup produce lápices plantables que crecen para convertirse en verduras, hierbas o plantas con flores una vez que los usas.
Stausholm señaló que los lápices, hechos de cedro en Pine City, Minnesota, son el producto sostenible perfecto porque un «producto agonizante literalmente da vida a un nuevo producto.»
Donde usualmente estaría la goma o el borrador, estos lápices de madera tienen una cápsula hecha de material biodegradable que contiene una pequeña mezcla de semillas y turba.
Plantas la cápsula en una maceta con tierra y usas el trozo del lápiz como un marcador. La cápsula se disuelve y las semillas crecen en una planta.
Los lápices vienen en 14 variedades (un paquete de ocho cuesta 19.95 dólares), incluido tomate, lavanda, albahaca, girasol y el pimiento verde.
Fueron desarrollados por tres estudiantes del MIT en 2012.
«En ese momento, yo estaba viviendo en Dinamarca y trabajaba mucho con empresas sostenibles», dijo el directivo. «Pero es difícil ejemplificar la sostenibilidad ante los consumidores. Yo estaba buscando un producto que pudiera hacer eso fácilmente.»
Un año más tarde, se cruzó con los lápices Sprout Pencils cuando apenas eran una campaña en la plataforma Kickstarter.
«Me encantó la idea. Era una manera perfecta para explicar en qué consiste la sostenibilidad,» dijo Stausholm.
Stausholm se asoció con los estudiantes y los convenció de dejarlo vender los lápices en Dinamarca. «Vendimos 70,000 lápices en la primavera de 2013. Nos dimos cuenta de que había demanda», dijo.
Para el 2014, la startup había vendido un millón de lápices en toda Europa.
Más tarde ese mismo año, Stausholm adquirió las patentes y los derechos de la marca y se convirtió en CEO de Sprout World.
Cuenta que hoy venden en promedio 450,000 lápices al mes y ha registrado ingresos por más de 3 millones de dólares.
El siguiente paso: Conquistar el mercado estadounidense
Stausholm abrió una pequeña oficina en Boston en septiembre para reforzar su presencia. Tiene dos empleados allí y 15 en Europa.
«Estados Unidos está un par de años detrás de Europa en términos de adopción de lo eco-amigable», dijo. Pero él cree que es un mercado perfecto para los lápices Sprout World porque sus creadores y fabricantes están en Estados Unidos.
Los lápices se venden en Amazon y en las tiendas Whole Foods de la Unión Americana.
Stausholm también trabaja para reducir el precio. Al final del día, quiere que todo estudiante del mundo use lápices Sprout World.
En enero, la empresa planea lanzar nuevos productos, incluyendo tarjetas de felicitación plantables y lápices de colores.
«Sabemos que no podemos salvar el planeta meramente con nuestros productos», expuso Stausholm. «Nuestra misión es al menos educar a las personas sobre cómo ser más conscientes con lo que compran y buscar productos que sean reutilizables.»
Fuente: CNN Expansión