Cuando hablamos de la reputación que mantiene una empres u organización, generalmente nos referimos a la experiencia que vivimos día a día como consumidores, la calidad de su producto o servicio, su compromiso social e incluso su respuesta ante las crisis. Pero ¿qué sucede cuando aquello que evalúas es el desempeño de su país de origen?
Casi todos los productos que consumimos llevan en alguna parte la etiqueta de «Made In…» o «Hecho en…», seguido del país en donde este fue elaborado. En función de esta etiqueta, los consumidores solemos juzgar la calidad potencial del producto e incluso imaginar sus condiciones de fabricación.
Imagina que miras la etiqueta de cualquiera de las prendas en tu closet y dice «Hecho en Bangladesh». No es una situación nueva, seguro te has encontrado con ella más de una vez. ¿Qué significa para ti? Es posible que asocies esta etiqueta con desastres como Rana Plaza, explotación laboral y pésimas condiciones de seguridad.
Tal como sucede entre las empresas y sus stakeholders, la percepción que las personas tienen sobre diversos aspectos de un país impactan directamente en la forma en que se relacionan con él. La reputación de una nación tiene influencia en su vínculo con gobiernos internacionales y el ritmo de crecimiento del sector turístico o la inversión extranjera.
La mayoría de las personas tienen una idea de la reputación de cada país. La misma camiseta de Bangladesh proveniente de Alemania o Brasil podría evocar diferentes percepciones para un consumidor, y en conjunto, estos puntos de vista tienen un impacto sustancial en el éxito de los productos en los mercados internacionales.
Según Statista, que compiló el Índice Made-in-Country (MICI), cada persona evaluó tres países, lo cual supone un total de 129,102 evaluaciones individuales. El gráfico del estudio que se muestra a continuación, refleja los resultados de encuestas de 43,034 personas en 52 países sobre sus percepciones sobre productos de varios países de origen.
Estos son las 10 países que obtuvieron el puntaje más alto de la lista: también han sido incluidas las principales exportaciones de cada país para una referencia adicional:
Los países europeos generalmente tenían la mejor reputación, con Alemania ocupando el lugar número 1 en general y Suiza detrás.
De acuerdo con el índice «Made-In-Country», que mide la reputación de productos de 49 países y la Unión Europea, señala que los productos hechos en Alemania, especialmente los autos, son los que tienen la mejor reputación, seguidos de Suiza, con el oro, y la Unión Europea.
El estudio, elaborado por statista en 52 países, expone que la percepción para los productos de origen británico ocupan el cuarto lugar en la reputación, seguido de Suecia. Ambos tienen los autos como su producto estelar.
Canadá es el primer país americano que aparece en el ranking, ocupando el sexto puesto, mientras que Japón es el asiático mejor percibido, en octavo lugar, empatado con Estados Unidos y Francia.
México ocupa el lugar 40 de la lista y los vehículos son el producto con mejor reputación.
Algunos de los atributos evaluados son alta calidad, altos estándares de seguridad, relación calidad-precio, que tengan tecnología avanzada, que sea una producción justa, que sean únicos o sirvan como símbolos de status.
El estudio también muestra que Alemania es el país de origen con mejor reputación entre los 52 países analizados, ocupando el primer puesto en 13 de ellos.
A pesar de que no está en los primeros sitios, Estados Unidos es el segundo país más elegido como el mejor origen de los productos, con preferencia en ocho países, mientras que Japón es el tercero, como primera preferencia en siete naciones.
En tanto que México fue elegido como el mejor país de origen de los productos en un país. ¿Te imaginas dónde?… Sí, en México.
En el estudio participaron 43 mil 034 personas de 52 países con encuestas en línea, y para integrar el ranking, cada país tuvo que ser evaluado por al menos 2 mil 500 personas.