La percepción que los consumidores tienen sobre una marca constituye uno de los activos más valiosos para cualquier organización, pues de ella depende en gran medida en engagement que ésta logre tener con sus stakeholders, por lo que su gestión ha adquirido cada vez una mayor relevancia, misma que se encuentra íntimamente ligada con la transparencia y la implementación de prácticas responsables.
Hace unos días, como cada año, el Reputation Institute publicó su ranking de las 100 compañías con mayor reputación en el mundo, realizado a través de la metodología RepTrak.
El modelo RepTrak examina la relación entre el vínculo emocional de un grupo de interés determinado, y las percepciones sobre siete vínculos racionales o “dimensiones”, denominadas: oferta de productos y servicios, innovación, entorno de trabajo, ciudadanía, integridad, liderazgo y resultados financieros. Cada dimensión se compone de una serie de atributos específicos que pueden ser adaptados para cada cliente para obtener un modelo más accionable.
Como es posible observar, tres de las siete dimensiones (ciudadanía, gobernanza corporativa y entorno de trabajo), están directamente relacionadas con responsabilidad corporativa, lo que la hace conformarse como el 40% de la reputación de una empresa.
Desde luego, este listado contempla únicamente la percepción de los consumidores sobre las marcas, por lo que no es necesariamente un reflejo de sus buenas prácticas, sino más bien de cómo éstas se han combinado con una excelente estrategia de comunicación son sus stakeholders; porque ¿de qué sirven un servicio extraordinario, el aprovechamiento adecuado de los recursos naturales y múltiples programas sociales si nadie los conoce?
Dicho esto, ¿por qué no me acompañas a conocer a las empresas que conforman el ranking este año?