Aunque no lo creas, el pasado Foro Económico Mundial marcó la primera vez que los derechos de la población LGBT fueron parte de la agenda oficial. Ya son muchas las empresas que han implementado programas para impulsar a sus colaboradores dentro de esta comunidad, pero son millones las que todavía deben unirse al movimiento.
Un nuevo reporte publicado por el Center for Talent Innovation y resumido por Harvard Business Review demuestra que las compañías que son inclusivas tienen tres ventajas competitivas sobre las demás. Te las presentamos a continuación.
1. Atraen al mejor talento:
No solo las personas que se identifican como lesbianas, gays, bisexuales o transgénero quieren trabajar para una empresa inclusiva. El 72% de los colaboradores que no son parte de esa población pero se consideran aliados (que apoyan y hacen activismo por diversidad sexual) dijeron que, si todo lo demás es igual, aceptarían un trabajo en una empresa que apoya a personas LGBT sobre una que no lo hace. Aun para quienes no se consideran aliados, estas políticas comunican que se trata de un lugar de trabajo amistoso.
Las compañías inclusivas también son mejores reteniendo al talento con el que ya cuentan. Los colaboradores LGBT y aliados que trabajan en este tipo de organizaciones tienen más probabilidades de afirmar que están orgullosos de su empleador (84% contra 68%) y también de dar un paso más por el éxito de la empresa (84% contra 73%) que aquellos que laboran en compañías con una actitud negativa a la población LGBT.
Además, los mejores talentos saben que una empresa inclusiva provee de un ambiente positivo en el que podrán alcanzar su más alto potencial.
2. Se ganan la lealtad de sus clientes:
El mercado de las personas aliadas no se ha cuantificado, pero se sabe que el mercado global LGBT alcanza los 3.7 trillones dólares. Por eso no sorprende que el 71% de los consumidores LGBT consultados y el 82% de los aliados dijeron que era más probable que compraran a una empresa inclusiva.
3. Aprovechan el insight de las personas LGBT para innovar:
Hay estudios que demuestran que los equipos con miembros cuya orientación sexual es la misma que la del consumidor meta entienden mucho mejor a su mercado.
Un buen ejemplo de esto es la historia de Todd Sears, quien fue el encargado de asegurar la presencia de mercado de Merrill Lynch entre la comunidad LGBT por medio de seminarios que educaron a más de 250 colegas sobre los retos enfrentados por esta población. La meta era ganar 24 millones de dólares en 24 meses y en cuatro años su equipo logró llevar 1.4 billones.