Cuando realizas una compra no sólo estás entregando tu dinero a una empresa a cambio de un producto o servicio, también estás poniendo en sus manos tu confianza en marcas de fabricantes y distribuidores. A cambio esperas determinado nivel de calidad, un servicio amigable y una experiencia agradable tanto antes como después de la compra; sin embargo tus expectativas no siempre pueden cumplirse y cuando esto sucede te gustaría que la compañía actuara de inmediato, o al menos tuviera la intención de solucionarlo.
Desafortunadamente esto no siempre es así, aún las compras de gadgets, electrodomésticos, computadoras y otros productos para los que las marcas emiten una garantía por escrito la experiencia post compra se vuelve especialmente frustrante si el producto tienen algún defecto en su fabricación o funcionamiento y muchas empresas parecen incluso tener la misión de asegurarse de ello.
Seguramente tú has pasado por una experiencia similar. Llamas por teléfono, acudes a la tienda y ahí te rechazan porque el tiempo de garantía con el distribuidor es muy limitado; así que debes acudir directamente con el fabricante que casi siempre pone cuantos obstáculos se le puedan ocurrir antes de cambiarte el producto o servicio. Mágicamente, la falla parece desaparecer cuando el producto se encuentra siendo probado sobre la mesa y en ese justo momento quieres arrojarlo por una ventana con tus propias manos.
Recuerdas cómo fue que antes de realizar esa compra los vendedores mostraron interés en comprender tus necesidades, te ofrecieron varios productos distintos y tuvieron quizá una dosis extra de paciencia al momento de explicarte las bondades de cada una de tus alternativas. Piensas cómo la masca buscó relacionarse contigo desde tu llegada al punto de venta y mucho antes, hasta el instante en que sacaste tu cartera y pagaste el monto acordado. Ahí fue cuando todo lo que construiste se desvaneció en el aire. Una vez que has hecho una compra, has dejado de ser de interés para las marcas, aunque claro que no deberías.
Claro que existen marcas excepcionales que se preocupan por acompañar a sus consumidores en cada etapa de su interacción con la marca y el producto, pero en esta ocasión no hablaremos de ellas, sino de aquellas que PROFECO ha identificado como las más problemáticas; es decir, las que han recibido un mayor número de quejas por no respetar las promesas hechas a sus consumidores en términos de garantía.
Las cifras presentadas en esta infografía corresponden al periodo que comprende de abril 205 a marzo de 2016 y han sido recuperadas de la edición de Julio de la Revista del Consumidor. Descubre quienes son los gigantes corporativos con mayor número de quejas y compártenos tu opinión a través de nuestras redes sociales, Facebook y Twitter.
