La Universidad Presbiteriana Mackenzie de Brasil, instaló, en una ejecución socialmente responsable, dentro y alrededor de su campus, estos sui generis botes de basura que son en realidad una guerrilla social.
La acción consistió en forrar los contenedores con rostros gigantes, a manera que su interior contuviera la basura. El mensaje es muy directo: Esto es lo que hay en las cabezas de aquellos que usan drogas.
Un mensaje duro, definitivamente. Sin embargo, en estos temas, la comunicación tradicional e informativa ha perdido su poder de persuasión y nuevos canales son necesarios.