Adriana R. Orsi / Analista en Responsabilidad social Empresaria
Hay cientos de hechos y casos donde se comprueba que las empresas cometieron errores importantes en su gestión, omitieron situaciones irregulares o no éticas. Y esto genero un alto costo ambiental, social y económico a otros actores sociales.
Ante estas situaciones las empresas cuando son descubiertas tienen dos opciones, la primeras es callar, negar, delegar culpas, minimizar o justificar la denuncia de lo ocurrido. La otra opción es asumir su responsabilidad por los errores públicamente y ante los afectados.
Esta segunda alternativa es la que deben tener las empresas socialmente responsable para poder mantener su credibilidad e imagen pública.
Toda compañía mas allá de su tamaño que desarrolle un modelo de RSE, deber ser capaz de asumir errores y comprometerse a corregirlos, enmendarlo y tomar medidas para que no vuelvan a ocurrir.
El daño a la imagen corporativa puede ser muy grave si gestiona erróneamente las crisis, errores, problemas o conflictos graves con otros stakeholders.
La credibilidad de una empresa se construye y lleva años ganarse la confianza del resto de la comunidad. Pero en un rato puede ser dañado gravemente generando múltiples efectos negativos entre las más relevantes son consecuencias económicas, que se le rescindan contratos, multas, juicios, perdida de clientes, mala publicidad, etc.
Para una empresa que quiera ser reconocida como responsable debe disculparse públicamente, asumir errores, resarcir a los afectados y de esta forma conservara la credibilidad de la sociedad. En cambio si decide como estrategia ocultar y no hacer nada, esto manchara para siempre su reputación y creara desconfianza en la comunidad.
A corto plazo asumir errores puede ser costoso económicamente pero a largo plazo es la mejor opción ya que se percibirá que la empresa tiene capacidad para gestionar responsablemente situaciones no deseadas o planificadas.
Las empresas como las personas pueden cometer errores o acciones que desencadenan efectos negativos no tenidos en cuenta por ellos, pero si reconocen la situación la credibilidad ante la opinión pública no se romperá.
Si la empresa no reconoce sus errores ante la sociedad, esta desconfiara de sus acciones de RSE ya que creerán que son para tapar otras situaciones oscuras, ilegales o no éticas y que tienen una actitud hipócrita.
Las empresas deben tener un comportamiento maduro y coherente en su accionar para ser respetadas incluso cuando cometen errores.