¿Qué tienen en común George Clooney, Angelina Jolie, Orlando Bloom o Nicole Kidman? Primero, que son celebridades; segundo, que son actores y, tercero, que son embajadores de buena voluntad o mensajeros de paz de la Organización de las Naciones Unidas.
Estos artistas de renombre e impacto internacional son algunas de las caras elegidas por la ONU para que, en nombre de la organización, creen conciencia social sobre los problemas que afectan a millones de personas en el mundo.
¿Quién no recuerda a Angelina Jolie, uno de los personajes más perseguidos por los paparazzis, posando con niños en Kenya en campos de refugiados?
¿O a George Clooney visitando la región sudanesa de Darfur, donde la guerra se ha cobrado como mínimo la vida de 200.000 personas?
En total, la Organización de las Naciones Unidas tiene a unas 200 celebridades, entre actores o personalidades de otros campos artísticos como la soprano española Montserrat Caballé -que lo es de la UNESCO- o el músico y ex ministro brasileño Gilberto Gil, embajador de la FAO (agencia de la ONU dedicada a la agricultura y a la alimentación).
“Las celebridades atraen la atención, con lo que pueden hacer, que los ojos del mundo recaigan sobre las necesidades de los niños”, defiende UNICEF, que fue la primera agencia de las Naciones Unidas que creó a la figura de los embajadores de buena voluntad.
Fue en 1954, con el nombramiento del actor, cantante y bailarín estadounidense Danny Kaye; luego le seguirían Audrey Hepburn y Peter Ustinov.
Fichaje reciente
El actor británico Orlando Bloom es el último embajador nombrado por UNICEF. El pasado octubre la organización decidió darle el título “por su compromiso con los derechos de todo el mundo”. Bloom, conocido sobre todo por sus papeles en las trilogías cinematográficas Piratas del Caribe y El señor de los anillos, ha apoyado la labor de UNICEF desde 2007, con visitas como las que hizo a las zonas más pobres de Nepal.
Sólo UNICEF cuenta con 34 embajadores de buena voluntad a nivel internacional, entre los que se encuentran uno de los actores que dio vida a James Bond, Roger Moore, y el cantante puertorriqueño Ricky Martin.
A nivel regional, la agencia cuenta con muchos más. Por ejemplo, para América Latina, los embajadores son dos cantantes, el argentino Diego Torres y el venezolano Ricardo Montaner.
Cobertura asegurada
Mientras Orlando Bloom o Roger Moore son algunos de los rostros famosos de UNICEF, George Clooney lo es de las fuerzas de paz de la ONU.
Clooney, uno de los hombres más deseados del planeta, fue nombrado mensajero de paz en enero de 2008.
Si, como defiende UNICEF, lo que se pretende con las celebridades es atraer la atención, una clara muestra fue la de Clooney: el día de la presentación oficial de su nombramiento, celebrada en la sede de la ONU en Nueva York, la sala de prensa se llenó de periodistas y fotógrafos como casi nunca.
Fuera de la sala, empleados de la ONU -principalmente mujeres- abarrotaron de manera desenfrenada el acceso a la conferencia de prensa.
Clooney está especialmente comprometido en el conflicto de Sudán, donde la ONU tiene fuerzas de paz. Ya en 2006 viajó con su padre a la región y fue el productor ejecutivo del documental Sand and sorrow (2007).
También es conocido por ser uno de los fundadores de la campaña Not On Our Watch, organización de la que forman parte otras celebridades como los actores Brad Pitt y Matt Damon, que buscan combatir las atrocidades que ocurren en el mundo.
Apoyo a la mujer
Otra campaña que utiliza rostros famosos es la realizada por el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y que tiene como embajadora a Nicole Kidman.
La actriz fue la imagen de la campaña que se realizó vía Internet “Decir NO a la violencia contra las mujeres”, que en un año movilizó a cientos de miles de personas en todo el mundo.
Si Kidman es el rostro de la UNIFEM, Angelina Jolie lo es del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Desde su nombramiento, en 2001, lleva visitados 15 países: el último Siria, el pasado octubre, donde estuvo en un campo de refugiados de iraquíes junto con su compañero sentimental, Brad Pitt.
Según la revista Forbes, la actriz de Inocencia interrumpida (1999) y Lara Croft (2003) es la celebridad más poderosa del mundo. Algo que no pasa inadvertido a las Naciones Unidas.
Angelina es de las mujeres que lleva su compromiso más allá de lo que pueden constatar las cámaras y aunque Brad Pitt, su pareja, también es un hombre solidario que suele donar millones de dólares a buenas causas, es ella quien lo sensibilizado más sobre los problemas del mundo.
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