Si durante toda la pandemia te has encontrado al pendiente de las noticias, es probable que hayas notado que hay líderes que han manejado de una forma distinta la emergencia sanitaria y han tenido buenos resultados.
Tal es el caso de Jacinda Ardern, política neozelandesa y la primera ministra de dicho país. Si bien podría pensarse que ella tiene ventaja por gobernar una pequeña y aislada nación, ha logrado mantener a su país casi libre de COVID-19.
De acuerdo con Inc.com, hay varios otros contendientes para tal honor: los líderes de Taiwán, Corea, Finlandia y Alemania, por ejemplo.
¿Se trata de una casualidad geográfica y de las circunstancias, o hay algo en la idea de que las mujeres superaron a los hombres cuando se trata de liderar esta crisis? Una reciente investigación de la consultora Zenger/Folkman, destacada en los blogs de HBR, analizó esta cuestión en un contexto empresarial y llegó a una dura conclusión: su corazonada de que las mujeres han sido mejores líderes en la pandemia no es errónea.
La empatía gana en la crisis
En lugar de examinar qué países han salido mejor parados de la pandemia y quién los lidera (otros estudios han examinado esta cuestión), este equipo de investigación optó por echar un ojo a su base de datos de más de 60,000 revisiones de líderes empresariales para comparar cómo se evaluaba a los ejecutivos antes y después de que se produjera la crisis.
El equipo encontró que las mujeres líderes tienden a superar ligeramente a los hombres todo el tiempo. Pero la diferencia aumentó durante la pandemia.
La brecha entre hombres y mujeres en la pandemia de COVID-19 es aún mayor que la medida anteriormente, lo que posiblemente indica que las mujeres tienden a tener un mejor desempeño en una crisis.
Jack Zenger y Joseph Folkman de Zenger/Folkman.
Cuando profundizaron en los datos para explorar exactamente por qué las mujeres habían visto este pico en sus calificaciones, sus hallazgos se redujeron a una simple conclusión: Las mujeres líderes son vistas como más empáticas.
Las mujeres líderes expresaron más conciencia de los temores que sus seguidores podrían estar sintiendo, preocupación por el bienestar y confianza en sus planes
Otro estudio reciente sobre los gobernantes llegó a conclusiones muy similares.
Es hora de ajustar nuestras expectativas para los líderes
Hay varias maneras de tomar estos hallazgos. Las mujeres líderes podrían verlo como un voto de confianza que confirma su valor único. Los líderes masculinos podrían tomar una lección de las cualidades más valoradas por los empleados en tiempos difíciles. Mientras que los que están en medio de una búsqueda ejecutiva podrían dar una mirada más larga a las candidatas de su lista.
Pero quizás la conclusión más útil de esta investigación es otro recordatorio de una de las verdades más estudiadas, pero frecuentemente olvidadas, sobre el liderazgo:
Las cualidades como el encanto y la confianza que ayudan a las personas a ascender al liderazgo no son necesariamente las mismas que les ayudan a sobresalir una vez que están en la cima, donde la empatía, la humildad y el autoconocimiento son clave. Los introvertidos también se superan en una crisis, por ejemplo.
Eso indica que el descaro y la certeza que pueden gritar «potencial de liderazgo» pueden distraernos de la vulnerabilidad, la flexibilidad y la empatía que en realidad ayudan a los líderes a navegar por los tiempos difíciles. Así que la próxima vez que te preguntes cómo es un gran líder, tal vez imagina a alguien como la gentil Jacinda Ardern piloteando su país a salvo a través de una emergencia sanitaria.
