A pesar de los avances logrados que se han tenido a favor de la igualdad de las mujeres en materia laboral, ellas aún enfrentan un nuevo desafío: el nivel socioeconómico y la carga financiera.
De acuerdo con Forbes, actualmente las mujeres que buscan un estatus más alto se enfrentan a retos en cuestión de diversidad en la contratación, menos oportunidades de promoción y licencia de maternidad corta o inexistente.
Mientras tanto, un gran porcentaje de mujeres que viven en la pobreza tienen trabajos informales, lo que les impide participar en programas sociales y de apoyo. Este sector de mujeres a menudo tiene poco derechos, poca seguridad laboral y reducido acceso a la educación.
La consultora Nielsen afirma en su más reciente documento llamado Las mujeres latinas son la clave para recuperar el crecimiento económico en nuestra región, que «las vulnerabilidades económicas de la región juegan un papel importante en nuestra capacidad de gasto, especialmente para las mujeres».
Según el documento, hasta ahora el 36% de las mujeres se sienten positivas acerca de sus perspectivas laborales en el futuro, en comparación con el 46% de los hombres.
Además, el 53% de ellas en América Latina no considera que estén recibiendo el mismo salario que los hombres por hacer exactamente el mismo trabajo, en comparación con el 36% de las mujeres a nivel mundial.
El informe relata que actualmente las presiones financieras están agravando la vida cotidiana de las mujeres.
Una de cada dos, o sea el 54% de las mujeres en América Latina considera que su situación económica es peor o casi igual que hace cinco años, en comparación con 46% de los hombres.
“Las vulnerabilidades económicas de la región juegan un papel importante en nuestra capacidad de gasto, especialmente para las mujeres. Solo un tercio de las mujeres (36%) se sienten positivas acerca de sus perspectivas laborales en el futuro, en comparación con el 46% de los hombres”, señala Nielsen.
Carga financiera
En promedio, el 91% de las mujeres en América Latina dicen que tienen la responsabilidad compartida o principal de las compras diarias, las tareas domésticas y la preparación de alimentos.
Como resultado, las mujeres se han convertido en las principales responsables de la compra diaria de artículos para el hogar, pero asumir un segundo o a veces hasta un tercer trabajo, significa que las mujeres tienen demandas adicionales cada semana y menos tiempo para satisfacerlas.
Esto convierte a las mujeres en una de las mayores oportunidades para desarrollar tecnologías y servicios orientados a hacer su vida más fácil.
Economía financiera
Respecto a la economía financiera, Nielsen, en su informe afirma que en América Latina por cada anuncio que presenta a mujeres y niñas fuertes, existe un producto que inexplicablemente se comercializó específicamente para mujeres, sin embargo no tenía que haber sido así.
Desde productos de limpieza para el hogar hasta bocadillos, algunas marcas están creando innecesariamente versiones de productos de género y, a menudo, las mujeres terminan pagando más por productos específicamente creados para ellas.
A esto se le llama «impuesto rosa», un pago extra que está incrementando en todo el mundo y del que cada vez mujeres lo notan.
Esto ha causado que ellas comiencen a desafiar los estereotipos sexistas, se empoderen y creen productos que pongan primero la comodidad y sus deseos, en lugar de las expectativas de la sociedad.
