Por Emilio Guerra
He tenido la oportunidad de trabajar con varios voluntariados de distintos DIF, tanto estatales, como municipales. De un gobierno de tal o cual partido. Siempre hay algo que te sorprenda de ellos. Pero un distintivo que a todos les caracteriza es que la mayoría están conformados por mujeres.
Mujeres que son generosas y cuyo compromiso y dedicación son ejemplares. No sólo por la actividad voluntaria que realizan en distintas labores, sino también porque tienen una familia que atender, marido, hijos e incluso nietos. Reparten su tiempo por doquier para no fallar a nadie.
Esas voluntarias reflejan la realidad que viven millones de mujeres en el país: se encargan de las actividades que revitalizan a la familia y su bienestar: cuidado del hogar, preparación de alimentos, limpieza de habitaciones, aseo, cuidado de ropa, etc.
Por todas esas actividades no reciben remuneración económica alguna. Y además de tantas responsabilidades, se dan tiempo para participar en las actividades voluntarias y ayudan a otras personas que les son ajenas en afectos y en consanguineidad; aunque claro, al paso del tiempo beneficiarias y voluntarias se hermanan. Eso pasa en su “vida privada”.
Pero su participación voluntaria, es decir en su “vida pública”, ya sea atendiendo a enfermos, acudiendo a hospitales, complementando actividades escolares, sirviendo desayunos, atendiendo a migrantes, dando orientación jurídica, apoyando a mujeres violentadas, o bien, apoyando actividades administrativas, de trabajo social, cuidando a adultos mayores, ofrecer orientación para prevenir enfermedades o adicciones, brindar servicios funerarios y solventar gastos médicos. En muchos casos enfrentan diversas adversidades que harían “tirar la toalla” a muchas personas.
No todos los Sistemas estatales DIF funcionan por igual en el país. Algunos cuentan con presupuesto seguro, asignado cada año; otros más dependen de las aportaciones que hacen distintas secretarías. Otros funcionan porque el gobernador asigna recursos especiales. En todo caso, la mayoría de recursos se destinan a la atención directa de beneficiarios y operación de instalaciones, hospitales, clínicas y escuelas. En cada estado las condiciones son distintas respecto a las edificaciones y servicios que ofrece cada gobierno a través del DIF. Pero también son distintas las problemáticas en cada entidad. Algunas experimentan grandes flujos de migrantes, otras por las características de su pirámide poblacional tienen que atender a millones de niños en condición de riesgo; unos estados enfrentan perfiles de morbi-mortalidad donde están presentes tanto enfermedades infectocontagiosas propias de la pobreza, como las crónico-generativas que caracterizan al “mundo moderno”.
Sin embargo las mujeres que conforman esos voluntariados comparten el hecho de que no reciben ningún estímulo económico. No es propósito de estas líneas que eso suceda, es decir que se les otorgue algún estímulo económico, porque se iría en contra de las definiciones mundialmente aceptadas sobre los rasgos que distinguen al trabajo voluntario: “aporte libre de tiempo o talento que se hace sin ánimo de lucro o interés particular”.
He descrito en diversos artículos, en el manual de voluntariado en el que colaboré recientemente y a lo largo de más de 12 años de capacitar a grupos voluntarios, que existen más de mil y un formas de agradecer y retener voluntarios sin considerar alguna vez dar dinero.
Lo que se desea destacar en esta colaboración es que en muchos casos, eventos y actividades regulares, no existen recursos para apoyar la logística. He constatado en Tamaulipas, Campeche, Sinaloa, Coahuila, Jalisco, Yucatán, por citar algunos casos, cómo las voluntarias para realizar las actividades en las que participan, acaban poniendo recursos económicos de su bolsillo o el de su marido.
Ahora bien, en lo que respecta al gerenciamiento de los grupos voluntarios, desafortunadamente no contamos con estándares de desempeño homólogos que pongan cuidado a la forma de dirigir y a la forma de contribuir dentro de la acción voluntaria. Es decir, definir las responsabilidades que corresponden tanto a las autoridades públicas como a las de las propias voluntarias.
Difícilmente se cubren todas las etapas de la administración efectiva de voluntariados: 1) Preparación institucional, 2) Selección e inducción de voluntarios, 3) Administración y seguimiento al aporte voluntario, 4) Desarrollo de un sistema de reconocimiento y retención a las personas que donan su tiempo, 5) Desvinculación de voluntarios que se van por propia decisión o porque conviene al grupo terminar su relación con determinados voluntarios y 6) Evaluar el programa de voluntariado, ¿Para qué sirvió?, ¿En qué contribuyó a los beneficiarios?, ¿Qué ahorró al gobierno? Etc.
Es frecuente que la gestión gerencial esté sujeta a estilos y liderazgos particulares. En todo caso, los voluntariados sufren cambios de dirección cada tres años en el caso de los DIF municipales y 6 años en los estatales. Los políticos se van pero las voluntarias siguen.
Por todo lo que hemos señalado se comprenderá porque calificamos de “heroicos” a estos voluntariados y estas líneas desean ser un homenaje y reconocimiento por la participación de esos millares de mujeres que hacen acción voluntaria en forma discreta, en el anonimato y con una actitud que contagia la solidaridad.
Por los retos que enfrentan los voluntariados públicos y en particular los del Sistema DIF, por lo sorprendente de sus aportes, por su gran vitalidad y por las grandes necesidades que existen para la sostenibilidad de este tipo de voluntariado; es por lo que participo y soy miembro de la Alianza Mexicana de Voluntariado, porque en esta asociación deseamos contribuir a la profesionalización de los voluntariados de todo tipo y en cualquier parte del país, queremos colaborar a apreciar sus aportes, valorar y atesorar la acción voluntaria organizada.
A través de AMEVOL podemos apoyar a su voluntariado, ofreciéndole soluciones adecuadas a las necesidades particulares para que su fortalecimiento y desarrollo, para que aumente el número de participantes y crezca en ellos el espíritu de servicio.
Ciudadanos trabajando
Voluntariado del DIF Zacatecas recibe agradecimiento
Lucía Alonso Reyes, Presidenta Honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF) del estado, recién encabezó una reunión con integrantes del Voluntariado Estatal para agradecer la colaboración que brindan para mejorar las condiciones de personas que viven en condiciones adversas y de marginación. El evento también permitió dar la bienvenida a grupos voluntarios que se suman a las actividades del DIF, como el Comité de Damas de la Cámara Mexicana de la Construcción.
L’Oreal llevó a cabo su Citizen Day
En distintos países del mundo donde la firma francesa tiene presencia, el corporativo, como Francia, Argentina, España y otros 57 más, organizó el Citizen Day, día que destinan para realizar distintas acciones voluntarias. Se estima que participaron más de 25 mil colaboradores y en cada nación se hicieron alianzas con organizaciones civiles para realizar distintas actividades como recuperación de espacios públicos, dar mantenimiento a escuelas públicas de educación elemental, reforestación e incluso apoyo a la mujer. Este programa de voluntariado corporativo ha cobrado mayor relevancia desde 2009 cuando la firma francesa se propuso celebrar su centenario apoyando el desarrollo de 100 proyectos comunitarios. La iniciativa “prendió” y hoy muchos de sus colaboradores voluntarios participan con gran compromiso.
Próximos eventos
Presentación del libro “Lo esencial del Voluntariado”
No olvide la oportunidad de asistir a la presentación del libro del Dr. Luis Aranguren, “Lo Esencial del Voluntariado”. El evento será en el IMDOSOC, el 3 de septiembre a las 19:00 horas, su sede está ubicada en Luis Ogazón 56, Col. Guadalupe Inn.
Emilio Guerra Díaz
Emilio Guerra cuenta con amplia experiencia en la Gestión de la RSC, destacando su trabajo en el área de vinculación con la comunidad que potenciar la inversión social empresarial. Ha gerenciado fundaciones empresariales.
Es grato informarse de lo que sucede en los Sistemas DIF, sean estatales, municipales o el propio DIF NACIONAL; tantas cosas buenas que pueden resultar de ellos!!!
Me constan algunas de las experiencias que ha tenido Emilio y llena de entusiasmo enterarse de viva voz lo que tantas personas hacen!
Reitero la misión de AMEVOL de contribuir al fortalecimiento de las organizaciones para manejar voluntariados más eficientes, efectivos y consistentes… y que los que están vinculados con el gobierno, que no dependan de los cambios electorales.