LeBron James ganó ayer cinco trofeos, incluidos mejor atleta masculino y mejor jugador de NBA, en una ceremonia de los Premios ESPY en la que la frivolidad dejó paso a una petición liderada por James de que terminen la violencia armada y la discriminación racial por parte de las autoridades.
La gala en honor de los mejores atletas y momentos deportivos del año comenzó con un tono serio, con James y sus compañeros de la NBA, Carmelo Anthony, Chris Paul y Dwyane Wade sobre el escenario para abordar las muertes recientes de hombres negros baleados por la policía.
«La urgencia de crear un cambio está en su punto más alto de la historia», dijo Anthony.
Paul, sobrino de un agente de policía, recitó los nombres de varios hombres que han muerto a manos de agentes. Wade instó a detener la caracterización racial, una mentalidad de disparar a matar y de «no ver el valor de los cuerpos negros y morenos».
«Basta», añadió.
James dio la razón a Wade y añadió: «Todos nos sentimos impotentes y frustrados por la violencia».
James instó a otros profesionales a informarse y renunciar a la violencia, al tiempo que emplean sus recursos y su tiempo para ayudar a fortalecer y reconstruir sus comunidades.
«Todos debemos hacerlo mejor», dijo.
El astro de Golden State, Stephen Curry, dio las gracias al cuarteto por su mensaje cuando recibió el primer premio de la noche por una actuación de récord. Durante la temporada regular encesto 402 triples.
James se llevó se llevó los galardones a atleta masculino y mejor actuación en el campeonato por tercera vez en su carrera, así como su quinto trofeo como mejor jugador de la NBA. Compartió los premios a mejor equipo y mejor momento con sus compañeros de lo Cavaliers, que se impusieron a los Warriors de Golden State para conseguir el primer título de NBA para Cleveland en 52 años.
Al aceptar su premio al mejor momento, James subió al escenario con sus compañeros Kylie Irving y Kevin Love, y tuvo unas palabras para Jim Brown, miembro del Salón de la Fama del futbol americano, por su activismo social en la humilde ciudad.
Breanna Stewart se llevó el premio a mejor atleta femenina en su tercera candidatura, imponiéndose a la Jugadora Más Valiosa de la WNBA Elena Delle Donne y a dos deportistas olímpicas, la nadadora Katie Ledecky y la gimnasta Simone Biles. Stewart ayudó a UConn a ganar su cuarto campeonato seguido de la NCAA de baloncesto antes de pasar a la WNBA.
En su discurso, Stewart pidió igualdad para las mujeres deportistas.
Las atletas femeninas no reciben ni la mitad de la fama. Sé que todo el mundo en esta sala ama y apoya a las mujeres y niñas en los deportes y quiere ser parte de ese cambio, ¿cierto?», dijo. «La igualdad para todos requiere que cada uno de nosotros haga un esfuerzo. Seamos mejores juntos».
El astro de la WWE John Cena presentó la gala en el Microsoft Theater, en el centro de Los Ángeles.
En uno de los momentos más emotivos de la noche, Zaevion Dobson, de 15 años y que juega al futbol americano en la secundaria en Knoxville, Tennessee, recibió de forma póstuma el premio Arthur Ashe al Valor por dar su vida al proteger a dos mujeres jóvenes de disparos el año pasado. Su madre, Zenobia Dobson, aceptó con dos de los hermanos del joven el trofeo de manos de Curry. La ganadora del premio el año pasado, Caitlyn Jenner, se sumó a la ovación en pie.
Dobson dijo al público que cuatro meses después de la muerte de su hijo, su primo de 12 años murió en una balacera desde un auto cuando volvía a casa de un juego de baloncesto en memoria de Zaevion.
«Estoy aquí para contraatacar», dijo Dobson. «Como país, debemos detenernos para considerar los efectos de la violencia armada en las familias de toda América».
Las lágrimas llenaron los ojos de varios atletas que aplaudieron sus palabras.
«Tenemos que reescribir las leyes para hacer más difícil que la gente consiga armas», dijo Dobson. «Todos los atletas en esta sala, ustedes tienen el poder. La gente los admira, sé que Zaevion lo hacía. Les insto a pensar en por qué murió y qué pueden hacer ustedes mañana para impedir la pérdida del próximo hombre o mujer inocente».
Fuente: Excelsior