Cada enero se lleva a cabo la reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) en Davos, Suiza. Este año, los temas importantes que estuvieron en la mesa de discusiones giraron en torno a las crisis climáticas y financieras actuales. Y, Davos 2023 abrió el camino para nuevos debates sobre la responsabilidad de las grandes organizaciones con el mundo.
Sabemos que la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en parte fundamental de la estrategia de negocios de muchas corporaciones. No obstante, no todas se han volcado hacia una economía más verde, lo que ha provocado una respuesta negativa no solo de activistas ambientales, sino del público en general.
Por ello, las conversaciones alrededor de este Foro podrían marcar un cambio en los sistemas de gestión mundiales, según las conclusiones a las que se llegaron en esta reunión a la que asistieron líderes de gobiernos, empresas y sociedad civil. Si quieres saber más, aquí te dejamos las cinco conclusiones más destacadas de Davos 2023.
Conclusiones de Davos 2023
1. Las compañías no se han comprometido la sostenibilidad
La crisis climática fue el tema central de las discusiones de Davos 2023, lo que causó polémica porque varios de los participantes pertenecen al sector de los combustibles fósiles. Esto es relevante porque, en la actualidad, no se debería seguir invirtiendo en este tipo de negocios, sino apostar por energías verdes, que no solo sean renovables, sino que sean sostenibles.
Incluso el secretario general de la ONU, António Guterres, cuestionó el compromiso de estas empresas con el planeta porque siguen «compitiendo para expandir la producción, sabiendo muy bien que este modelo de negocio es incompatible con la vida humana».
A pesar de ello, la industria pesada, «aquella que usa o extrae grandes cantidades de materia prima», responsable del 30% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) ha iniciado un proyecto hacia la descarbonización de sus operaciones. Esto tanto en Europa como en Asia y América del Norte, para reducir, en conjunto, 451 millones de toneladas de CO2 al año.
Por lo tanto, sí hay esfuerzo por parte de las empresas, pero si las industrias más contaminantes no se transforman para lograr un sistema económico más sostenible, estas acciones no marcarán una gran diferencia. Lo cual evitaría el alcance de los objetivos ambientales del Acuerdo de París.
2. Se necesita mayor financiamiento para luchar contra la crisis climática
Sabemos que, desde sus estrategias de RSE, las empresas apoyan a otras organizaciones sin fines de lucro que luchan por reducir las brechas sociales y cuidar los ecosistemas. Sin embargo, el financiamiento destinado a la crisis climática ha sido mínimo, ya que, de los 810 mil millones de dólares que se otorgaron a distintas entidades, solo el 2% fue destinado a proyectos de reducción de GEI.
Por ello, en la reunión de Davos 2023, el WEF anunció el lanzamiento del proyecto Giving to Amplify Earth Action (GAEA) a través del cual se recaudarán 3 billones de dólares para que instituciones públicas y privadas puedan abordar los problemas derivados del cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la falta de recursos. Lo cual será posible gracias el respaldo de 45 organizaciones filantrópicas, entre las que se encuentran la Fundación BMW y el Centro de Filantropía Estratégica de la Universidad de Cambridge.
Además de ello, se tendrá que impulsar acciones para que líderes de los gobiernos, las corporaciones y el tercer sector puedan generar soluciones ante los problemas climáticos. Asimismo, este proyecto, durante todo el año 2023 deberá ampliar y adaptar su enfoque para impactar positivamente en distintas regiones. Puesto que la crisis climática afecta de manera diferente a las poblaciones de acuerdo con su ubicación geográfica y la riqueza que generan.
3. Los océanos son indispensables para nuestra supervivencia
Otro de los temas centrales en la reunión de Davos 2023 fue el cuidado de los ecosistemas marinos, por lo que se hizo un llamado a los asistentes para trabajar en la protección de los océanos y la restauración de los arrecifes de coral. Esto debido a la importancia de estos, ya que mantienen la biodiversidad oceánica y traen beneficios económicos gracias al turismo.
Es por estas razones que se busca promover una «economía azul», en la que los recursos marinos tengan un valor que atraiga más inversión para su protección y rehabilitación. Para ello, incluso se estableció un acuerdo con el gobierno de Indonesia con el fin de ampliar los proyectos de conservación de la zona.
«El valor proporcionado por los ecosistemas marinos y costeros a menudo no se reconoce porque no es tan fácil de cuantificar».
Laura Tuck, Vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Grupo del Banco Mundial.
Asimismo, se busca que el «carbono azul«, «aquel que capturan y almacenan los ecosistemas costeros de manglar, pastos marinos y marismas», se convierta en un objetivo de inversión a través de créditos de carbono. Puesto que la recuperación de estas capas naturales en los océanos no solo reduce los GEI en la atmósfera, sino que contribuye a controlar la erosión del fondo marino y amortiguar los movimientos del mar.
4. Hay que aceptar que el cambio climático es irreversible
El daño ya está hecho, 200 años de actividad industrial desmedida ya han modificado los ciclos naturales del planeta. Es por ello que en Davos 2023 se llamó a la resiliencia y la adaptación, ya que los fenómenos climáticos extremos seguirán ocurriendo. Lo único que está en manos de los líderes mundiales es no hacer que la situación sea peor y preparar a la población para las nuevas circunstancias que enfrentamos.
Esta situación es algo que el WEF ya había reportado en su Informe de Riesgos Globales, porque la falla en la reducción de emisiones de GEI y la falta de adaptación climática ocasionarán los peores riesgos para la vida en los próximos 10 años. Por lo que, si no se hace nada en el presente, el mundo seguirá aquí, pero la humanidad no.
Sin embargo, las tensiones geopolíticas y las presiones económicas de la actualidad han frenado los esfuerzos de la acción climática. Además, en algunas regiones, como Europa, también se ha retrocedido debido al aumento en el uso de combustibles fósiles. Y, los daños al medio ambiente a gran escala, como los derrames de petróleo, han agravado la pérdida de vidas, recursos financieros y ecosistemas.
5. La juventud necesita cambios en la gestión mundial
La reunión de Davos 2023 recibió críticas severas, porque las generaciones X y Baby Boomer que se encuentran en el poder han sacrificado la subsistencia de las personas más jóvenes. Puesto que no solo generaron un sistema económico en el que no pueden acceder ni siquiera a viviendas dignas, sino que contribuyeron enormemente al colapso ambiental.
«Estas personas van a llegar tan lejos como les sea posible mientras puedan salirse con la suya. Seguirán invirtiendo en combustibles fósiles; seguirán arrojando gente debajo de un autobús para su propio beneficio».
Greta Thunberg, activista ambiental.
Sin embargo, lo que más conflictúa, sobre todo a la generación Z es que, en las reuniones donde se decide el rumbo de la acción climática, participan y lideran los representantes de compañías dedicadas a la producción de combustibles fósiles. Los cuales son los principales causantes del calentamiento global.
Además, grandes potencias económicas como EE. UU. se niegan a cambiar sus modelos económicos, ya que eso afectaría, supuestamente, la calidad de vida de las personas mayores, quienes sí tuvieron acceso a condiciones de vida que las generaciones Z y Alpha no podrán ni siquiera imaginar.
Por ello, es necesario que, como se hizo eco en Davos 2023, se deje de pensar que el fin último de las corporaciones es el enriquecimiento, porque en la actualidad se necesitan cambios inmediatos y contundentes. Puesto que ni las organizaciones internacionales ni la juventud seguirán apoyando a las compañías que carecen de responsabilidad social.
