De pronto, una actriz aparece en una cárcel de mujeres.
Mientras ella presenta con éxito su show, decenas de reclusas le aplauden y ríen; se olvidan, aunque sea por un momento, de sus respectivas tragedias y sentencias, desde uno hasta 500 años en prisión.
Aunque parezca un sueño, o quizás una pesadilla, se trata de la realidad. Tiaré Scanda, la actriz de Alma de Hierro, se presentó por primera vez en solitario en una cárcel, el Centro Femenil de Readaptación Social Santa Martha Acatitla, para llevar su espectáculo Con la P en la frente.
“He tenido ese privilegio y lo digo así porque finalmente son lugares donde uno puede aprender muchísimo del ser humano y revalorar muchas cosas… Me conmueve saber que nadie es mejor que nadie, que no soy mejor que ninguna de las internas que están aquí.
El Universal, Espectáculos, p. 8
