Una Ley de Economía Sostenible para España con 20 años de atraso

El Gobierno español plantea como una de sus iniciativas legislativas estrella para el próximo año la Ley de Economía Sostenible, «conjunto de reformas que el Gobierno va a implementar para crear empleo y lograr un nuevo modelo económico», con el objetivo último de impulsar la recuperación económica.

Los 5 ejes son la competitividad, la sostenibilidad medioambiental, la normalización del sector de la vivienda, la innovación y formación profesional y el apoyo a nuevos sectores económicos.

Tres son los aspectos que considero lamentables:

1.- Que deja en evidencia que España no tenía un modelo económico sostenible, basado sólo en la construcción como motor de la economía, que ha llevado el país al borde del abismo, y a saber cuando saldrá de la crisis. Los gobiernos españoles han sido históricamente incompetentes como pocos.

2.- Muy lejos de cambiar de modelo, sigue introduciendo el sector de la construcción (o de la vivienda) como uno de los ejes fundamentales, un sector esencialmente especulativo que lejos de ser la solución futura va a seguir siendo el problema.

3.- Mezcla inauditamente alguna cuestión que nada tiene que ver con la economía sostenible como la limitación de la libertad de acceso a Internet (ver grupo de Facebook en defensa de los derechos fundamentales que la Ley quiere prohibir, con casi 200.000 adhesiones). Ahí es donde la presión de ciertos lobbies arcaicos como SGAE (el grupo que pretende perpetuar un modelo caduco de derechos de autor) se pone de manifiesto, dado que tienen a sueldo ni más ni menos que a una ministra.

A todo ello no aparece por ninguna parte la responsabilidad social, y menos aún la de las propias administraciones públicas, a excepción de aspectos medioambientales que sí contempla.

El que se formó a bombo y platillo como Consejo Estatal de RSC demuestra su primera inoperancia, su incapacidad de transversalización e influencia sobre una Ley tan importante para la RSC como esta. A nadie le es ajeno que la dependencia de dicho Consejo del Ministerio de Trabajo es un error monumental, y en cualquier caso previsible.

Los poderes públicos siguen sin entender la esencia de la economía sostenible y la RSC.