Bolsas y botes en los que lo mismo se echan las sobras de comida que el papel sanitario son vertidas en camiones recolectores de desechos.
Lo anterior ocurre a pesar de que ayer entró en vigor la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal y su reglamento, y aún son pocos los que saben o quieren separar su basura orgánica e inorgánica.
Y aunque la llegada de 2009 también tenía que traer una nueva cultura en el manejo de los residuos sólidos, la falta de camiones con las separaciones para la materia orgánica e inorgánica es uno de los principales problemas.
Desde octubre pasado, y ante la aprobación de la Ley de Residuos Sólidos que ordena la separación de la basura, los recolectores repartieron volantes para informar al respecto a los ciudadanos.
“Las señoras ya saben, se repartieron unos volantes, pero algunas personas se molestan hasta por decirles lo que tienen que hacer”, agregó Miguel Rivera.
El Universal, DF, p.1, Sábado 03 de enero de 2009
