Las pruebas de embarazo que han existido desde hace décadas, son dispositivos de plástico que no han tenido ninguna innovación significativa. Sin embargo, de acuerdo con información de Fast Company, la empresa Lia Diagnostics, ha creado una prueba de embarazo sustentable.
Prueba de embarazo sustentable, la apuesta de Lia
Las innovaciones que se han producido en el campo de las pruebas de embarazo han funcionado principalmente para modernizar los dispositivos, digitalizándolos con elegantes pantallas de computadora.
Si bien eso puede hacer que sean más fáciles de leer, también ha hecho que un producto que ya era difícil de reciclar sea aún más nocivo para el medio ambiente.
Lo más probable es que, si nació antes de la década de 1980, la prueba plástica de embarazo de su madre todavía esté en algún lugar de la tierra en un vertedero.
Bethany Edwards, cofundadora de Lia Diagnostics.
Edwards afirma que Lia Diagnostics es una empresa comprometida con «revolucionar la salud reproductiva», y para hacerlo, están renovando la anticuada prueba de embarazo y hacer que el proceso de detección de hormonas sea más sostenible.
¿Cómo nace la idea?
Uno de los mayores problemas que los llevó a cambiar el modelo antiguo fue que el ciclo de vida del producto es muy corto. Solo se necesitan unos minutos para usar una prueba de embarazo, pero a un costo ambiental a tan largo plazo, por lo que decidieron centrarse en una prueba que fuera desechable y biodegradable, en lugar de reciclable.
Eso requirió mucha investigación y desarrollo, incluido el análisis de miles de muestras de orina. «Anna y yo probablemente tenemos demasiada orina en nuestras manos», dice Edwards. «Literalmente.»
El bebé de Couturier, que ahora tiene 16 meses, fue detectado por primera vez durante su fase de desarrollo. Después de miles de muestras de orina y pruebas de descarga con un inodoro especialmente elevado con tuberías de PVC transparente en el sótano de Couturier, generaron una prueba de embarazo plegable y desechable.
Pero Lia también aborda otro factor considerable: la privacidad. Después de su uso, el producto va directamente al inodoro en lugar de al cubo de la basura, donde las pruebas podrían exponerse a las miradas indiscretas de otros usuarios del baño.
Eso es empoderador, dice el dúo, tanto para las mujeres que están tratando de quedar embarazadas como para las que no. Para las primeras, las pruebas a veces pueden resultar abrumadoras. «Ver un montón de ellos apilados en la basura es desgarrador», dice Edwards. «No necesariamente quieres que alguien sepa que estás tomando tantas pruebas».
Al final, Lia creó una prueba de embarazo que es simple, minimalista y hace exactamente lo que debe hacer en uno de los momentos más nerviosos de la vida de una mujer. “Necesitan saber una respuesta”, dice Couturier. “No necesitan una pantalla de computadora, baterías, exceso de plástico, fibras de vidrio y toda esta basura. Sí o no: eso es lo que necesitas «.
