Con 24 años, el nadador etíope Robel Kiros Habte ha cumplido un sueño: participar en los Juegos Olímpicos de Río 2016. Los resultados no le acompañaron, ya que fue el último en la prueba de clasificación de los 100 metros libres masculinos, con un tiempo de 1:04:95, 17 segundos por detrás de sus rivales. Se trata de la peor marca de los 59 nadadores que competían en esta prueba.
Su descalificación fue motivo de críticas en los medios de su propio país, que apuntaron que estaba “fuera de forma”, y de burlas en redes sociales. También ha sido acusado de haberse beneficiado para participar en Río de ser el hijo del presidente de la federación de Natación de Etiopía. Eso sí, también ha habido gente que le ha defendido.
If nothing stopped Robel Kiros Habte from qualifying for the Olympics, what's stopping you from fighting for your dreams?
— Fresh Habesha (@FOPesha) 10 de agosto de 2016
Cuando haces algo dando lo mejor de ti, nunca haces el ridículo. Os retratáis más a vosotros mismos los que os reís de Robel Habte que a él.
— Barb Hernández (@Barb_Hernandez) 11 de agosto de 2016
Si nada evitó que Robel Kiros Habte se clasificara para los Juegos, ¿qué te está impidiendo luchar por tus sueños.
Su historia va más allá que unos cuantos chistes de mal gusto: Habte participaba gracias a una invitación especial de la Federación Internacional de Natación (FINA) dirigida a deportistas de los países menos representados en la competición. Como recoge Slate, su marca no es muy buena para los estándares internacionales, pero tiene el récord de Etiopía en los 50 metros libres.
El deportista explicó a Reuters que se sentía feliz por participar por primera vez en unos Juegos. Habte quería hacer algo diferente porque en su país todo el mundo corre y «yo no quería correr, yo quería nadar». También explicó que «no tenemos entrenadores de natación en Etiopía».
«No sé por qué he sido más lento hoy, pero no me importa en qué posición terminé». Y concluyó: «Quiero ser un nadador olímpico y competir por mi país. Y eso he hecho».
Su historia ha recordado a la del nadador de Guinea Ecuatorial Eric Moussambani, que también fue invitado por la FINA a los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. Hizo un tiempo inferior que el de Habte (1:52:72), por culpa del cual se ganó el título del nadador “más lento del mundo” y el apodo de la «anguila». Moussambani es el actual entrenador del equipo nacional de natación de Guinea Ecuatorial y se va a presentar como candidato a la presidencia de la federación.
No es el único atleta al que se le ha criticado por su estado físico en estos juegos. También le ha ocurrido a la gimnasta mexicana Alexa Moreno, que fue recientemente blanco de críticas por su apariencia y peso, a pesar de haber ganado ocho medallas en 12 campeonatos mundiales.
Fuente: Verne