La importancia de tener un balance sano entre la vida laboral y la personal no está sujeta a discusión. Por el contrario, ya es bien sabido que para contar con colaboradores interesados y comprometidos, este es un tema fundamental.
El problema es crear políticas que realmente impulsen este equilibrio en medio de un mundo cada vez más competitivo. Aquí nueve estrategias que podría implementar tu empresa, sugeridas por la experta en recursos humanos Susan M. Heathfield en el portal About.
1. Ofrecer un horario de trabajo flexible:
Esto no significa que tu podrás ir y venir a tu antojo, sino que la empresa definirá horas flexibles. En algunas compañías, esto significa que no hay una hora fija de entrada o salida, mientras que en otras se da una semana laboral de cuatro días u opciones de trabajo remoto. Sea cual sea el modelo que se elija, las horas flexibles son la base del equilibrio.
Por ejemplo, una editorial en línea en la ciudad de Nueva York permite que sus colaboradores trabajen desde casa 2 días a la semana. Ya que algunos de ellos viven muy lejos de la oficina, esta medida les ahorra miles de horas y dinero, permitiéndoles dedicar ese tiempo a otras necesidades.
2. Ofrecer tiempo libre pagado, no vacaciones o días de enfermedad
Un sistema de tiempo libre pagado trata a los colaboradores como adultos y les permite decidir cuándo cómo y por qué usar el tiempo libre que la empresa ofrece. Si tu compañía cambia a este modelo, no tendrás que preocuparte por justificar cómo usaste tus días libres, eliminando así la confusión y la necesidad de políticas adicionales para manejar los días de enfermedad.
3. Limitar los días de tiempo libre que pueden acumularse:
El objetivo de este sistema es impulsarte para que te tomes días libres. Si decides guardarlos y acumularlos, no estarás cumpliendo con la meta, que es usarlos para encontrar un equilibrio y descansar.
4. Ser un ejemplo:
Cuando un gerente toma unas vacaciones pero continúa respondiendo a correos electrónicos como si siguiera en la oficina, manda un mensaje a sus subalternos: «deben hacer lo mismo que yo.» Este tipo de acciones son observadas y por los colaboradores, afectando las decisiones que toman para su equilibrio entre vida y trabajo.
5. Establecer límites a la tecnología:
Gracias a las nuevas tecnologías que permiten estar conectado todo el día todos los días, es difícil encontrar un equilibrio. Tu jefe debe establecer la expectativa de que cuando un empleado se va de vacaciones puede mandar un aviso que diga que está fuera y tendrá acceso limitado a su correo. También debe respetar tu tiempo libre y evitar llamarte, a menos de que sea una verdadera emergencia.
6. Dar permisos especiales para circunstancias específicas:
Los empleados tienen eventos serios, emergencias y otras situaciones inevitables que no son previstas por modelos como los días de vacaciones o incluso el tiempo libre pagado. Tu compañía debe considerar ofrecer permisos no pagados para momentos como enfermedad de los padres, un nacimiento prematuro o la hospitalización de un niño, cursos o títulos educativos, etc.
7. Organizar eventos de convivencia:
Tanto eventos familiares como actividades mensuales que fomenten la amistad y el espíritu de equipo. En aquellas ocasiones en las que se trate de una actividad solo para adultos, la empresa debe se proveer de guardería o servicio de cuidado para niños, lo cual aumentará el índice de asistencia.
8. Esperar que trabajes duro y horas extras… pero no todo el tiempo:
No está mal que las compañías esperen que sus colaboradores trabajen largas horas cuando se trata de prepararse para un lanzamiento de productos, una feria de negocios, etc. Pero deben saber que su equipo no puede sostener este nivel de energía a largo plazo. El compromiso, la entrega y la dedicación no son sinónimos de trabajar 70 horas a la semana.
9. Aceptar que a veces la vida personal y el trabajo se unen:
Puede ser que en ocasiones necesites hacer una compra en línea en horas de oficina, pero también que en otras respondas un correo urgente a las 10 de la noche. Hay límites obvios a esto, pero la empresa tiene que reconocer que en ocasiones la línea entre las horas de trabajo y las horas libres es muy borrosa. Después de todo, es preferible que pases 20 minutos en internet haciendo compras de Navidad a que tengas que salir en dos horas.