Comenzamos el mes de julio con una mala noticia: Japón reanudó la caza comercial de ballenas tras una prohibición de más de treinta años.
A pesar del fomento al cuidado animal, las críticas y las prohibiciones alrededor del mundo acerca de la caza de ballenas, Japón seguirá pescando y matando a estos mamíferos, anteriormente lo hacía «en nombre de la investigación», pero ahora tendrá fines lucrativos y según ellos «culturales».
Lo que debes saber sobre la caza de ballenas en Japón
- En 1986, la caza comercial de ballenas fue prohibida bajo una moratoria emitida por la Comisión Ballenera Internacional (CBI).
- En diciembre 2018, el país nipón anunció su retiro de la organización y su vuelta a la caza comercial a partir de este mes.
Cazar ballenas
Japón argumenta que cazar ballenas forma parte de su cultura y es una tradición marítima que comenzó después de los estragos de la Segunda Guerra Mundial.
La carne de ballena se convirtió en fuente vital alimentaria, tanto que en 1964, los japoneses consumieron 154 mil toneladas de carne de ballena.
Para 2017, los japoneses consumían alrededor de 3 mil toneladas de esta carne. Per cápita, es un equivalente a dos cucharadas de carne de ballena al año.
Algunos críticos y protectores de animales dicen que la industria ballenera se mantiene viva solo por los subsidios del gobierno, y es que la Agencia de Pesca de Japón ha asignado el equivalente a aproximadamente 463 millones de dólares para apoyar la caza de ballenas para el año fiscal 2019.
¿Dónde se cazan las ballenas?
Tras la retirada de la CBI, los balleneros ya no cazarán en aguas internacionales, ahora lo harán en una zona de exclusión económica que se extiende a 200 millas náuticas de la costa japonesa.
Según la Agencia de Pesca de Japón, se extendió una cuota de caza de 227 ballenas hasta fin de año.
La cuota de ballenas cazadas se divide en 150 ballenas de Bryde, 52 ballenas Minke y 25 ballenas Sei.
Además de Japón, algunos otros países siguen cazando ballenas:
- Noruega: Un país que solo respetó la prohibición hasta 1993, para después rechazar la moratoria.
- Islandia: Este país emprendió un programa científico para continuar cazando ballenas. En 1992 se retiró de la CBI pero se reincorporó en 2004, aunque oponiéndose a la caza de ballenas. En 2006 reanudó la caza.
- Dinamarca: En este país cientos de ballenas mueren por cacería legal. Las Islas Feroe, son una región autónoma no sujetas a las leyes danesas o de la Unión Europea, por lo que la moratoria de la CBI no tiene ningún efecto en estas cacerías.
Costo de la carne de ballena
La carne de ballena se está vendiendo hasta en 15 mil yenes, unos 140 dólares, unos dos mil 600 pesos mexicanos por kilogramo.
En una subasta, la carne grasa del vientre llamada «unesu» formó parte de los 120 kilos comprados por la empresa Sendai Suisan Co.
También ofreció 10 mil yenes (92 dólares) por kilo de carne roja, muy por encima del promedio de 2 mil yenes por kilo (18 dólares por 2.2 libras).
Por otra parte, se subastaron 66 kilos de carne de ballena en Taji, uno de los pueblos balleneros tradicionales conocido también por la cacería del delfín.
¿Es un negocio rentable?
Hace tres décadas, la comercialización de la carne de ballena era muy común, sin embargo, con la prohibición y con el paso del tiempo ya no lo es. Quizá ahora los comerciantes se encuentren con que las personas ahora ya no quieran comprar este tipo de carne debido a que son conscientes de dónde proviene el producto y que se están matando animales para obtener ganancias y obtener un placer gastronómico efímero.
Es por ello que los balleneros se están preguntando si su negocio es realmente viable. Tienen incertidumbre y están preocupados.
«Todos nos preguntamos con preocupación si nuestro negocio puede ser rentable».
Cabe mencionar que hace unos meses Greenpeace instó al gobierno de Japón reconsiderar su decisión. Su director, Sam Annesley dijo que «está claro que el gobierno está intentando escabullirse en este anuncio a fines de año, lejos de la atención de los medios internacionales, pero el mundo ve esto como lo que es. La declaración de hoy está fuera de sintonía con la comunidad internacional».
