Cada año aumenta la presión para que las grandes compañías minoristas trabajen en evaluar su cadena de valor y en exigirle a sus proveedores estándares sustentables. Walmart, por ejemplo, ya anunció que para finales de 2017 el 70% de los productos vendidos en sus tiendas en Estados Unidos provendrá de empresas que usen su Índice de Sustentabilidad.
Lograr este tipo de metas supone colaboración, y aquí describimos tres pasos fundamentales que los proveedores pueden tomar para moverse hacia una operación más sustentable, y así mejorar su relación con sus clientes:
1. Evaluación:
La mayoría de los índices de sustentabilidad corporativos (como el de Walmart o el de Target) se enfocan tanto en la sustentabilidad del producto como en la de la empresa, porque sería muy difícil que una compañía poco comprometida generara un buen producto verde. Otra gran preocupación de estas herramientas es la basura, y la mayoría tienen una meta de cero desechos.
Tomando en cuenta lo anterior, un buen primer paso es hacer una evaluación detallada sobre el estado de la sustentabilidad en toda la empresa, sus fortalezas principales y las características de sus productos. Después, se puede designar a un equipo para que se asegure de cumplir las metas, y de siempre buscar eliminar la generación de desechos.
. Materiales:
Al diseñar productos y empaque, los materiales elegidos importan, y mucho. Dependiendo del producto, es posible que los impactos ambientales más importantes estén en la extracción y manufactura de los materiales, especialmente si se trata de productos perecederos o con una vida útil muy corta.
A veces se asume que los elementos renovables son más sustentables, pero este no es siempre el caso, especialmente en zonas donde los recursos naturales son escasos. Los materiales deben seleccionarse pensando en su aplicación y requerimientos técnicos, haciendo un balance respecto a objetivos ambientales y estándares de desempeño fijados previamente. Establecer estas prioridades significa entender los impactos en todo el ciclo de vida, tener una visión estratégica y dirigir los esfuerzos de forma efectiva.
En su reporte de sustentabilidad 2010-2011, Nike comunicó que el 60% de su impacto ambiental tiene qué ver con las decisiones de materiales para sus tenis. Desde entonces, ha experimentado con diversos componentes, y también generó una app para ayudar a diseñadores a decidir mejor.
Más allá de las consideraciones sobre el ciclo de vida, las demandas de los clientes también ayudan a establecer prioridades. Por ejemplo, la reciblabilidad de los productos suele ser importante para la mayoría de las empresas.
3. Desechos:
Aunque la basura no es siempre el impacto más significativo de una empresa, está en todas partes y es posible reducirla. Un enfoque colaborativo que una los recursos de las distintas partes es crítico cuando se quiere lograr el objetivo de cero desechos.
Una empresa interesada en esta meta debe inscribirse o crear un grupo con organizaciones públicas y privadas que compartan el deseo de acabar con las limitaciones. Esto se logra compartiendo datos y capacidades logísticas para generar la infraestructura que atraiga nuevas opciones de reciclado y procesamiento, como recuperación de materiales y composta. Estos programas suelen tener como resultado oportunidades para recortar costos.
General Motors es una empresa con metas muy agresivas en lo que se refiere a cero desechos, y ha compartido algunos de sus hallazgos.
Fuente:
GreenBiz
Traducción y adaptación:
Ma. José Evia Herrero
