Una amplia gama de pensadores, organizaciones y filosofías definen el propósito como la intersección de nuestras fuerzas e intereses únicos con las necesidades del mundo que nos rodea.
Durante siglos, la cultura japonesa ha hablado de «ikigai», que es la superposición entre lo que eres bueno, lo que amas, lo que el mundo necesita y por lo que el mundo te puede pagar o remunerar.
Simon Sinek se refirió al propósito como su «por qué» en su charla TED de 2009 la cual ha sido vista 50 millones de veces. Su trabajo ha inspirado a innumerables personas a crear una declaración de propósito con la fórmula: lo que haces para poder contribuir a un futuro mejor.
Una definición más anecdótica del propósito es simplemente «la razón por la que nos levantamos por la mañana». Particularmente en tiempos de miedo, pérdida y gran incertidumbre, este marco familiar de propósito es útil. Es natural sentirse propenso a empequeñecerse, centrarse en la mera supervivencia y esperar a que todo termine antes de volver a las cuestiones existenciales o a la reflexión a largo plazo.
Entender nuestro propósito, nuestra razón para levantarnos por la mañana —la forma en que nuestras habilidades únicas pueden satisfacer las necesidades del mundo— ha demostrado que reduce la ansiedad, agudiza la concentración, e incluso mejora nuestra salud física.
Estas son todas las cualidades que necesitamos más que nunca, ahora mismo, al entrar en la fase post-aguda de la pandemia COVID-19 y pensar en el futuro en el que queremos contribuir.
La clave para usar el propósito de manera efectiva en este momento es hacerlo «bien», y no como una declaración abstracta y elevada que se pinta en la pared o se adhiere a su monitor en una nota Post-It. Entonces, ¿qué es el propósito «bien» hecho?
Informado por la acción
El descubrimiento del propósito no es un proceso de seis meses y seis posturas dirigido por un departamento de marca o un coach certificado. Ocurre en los nanosegundos de satisfacción cuando alguien sonríe por algo que hiciste, o suspira con alivio por tu causa.
Si te tomas el tiempo para notar estos nanosegundos, y mejor aún para hacer un seguimiento de ellos en notas en tu teléfono, un diario o un rastreador de hábitos, surgirán patrones que comenzarán a verse y sentirse como una razón de ser —la definición más básica de propósito— . Y entonces puedes encontrar maneras de hacer esas cosas que provocan las sonrisas y los suspiros de alivio más a menudo. ¿Cómo es eso de cumplir con una vida con propósito?
Universal y accesible
El propósito no es cuestión de élite o de gusto. Los humanos estamos conectados neurológicamente para contribuir a algo más grande que nuestra propia supervivencia, todos nosotros, sin importar la raza, geografía, edad, generación o profesión. Todos tenemos una razón para levantarnos por la mañana – pero como Howard Thurman elegantemente dijo:
No te preguntes qué es lo que el mundo necesita, pregúntate a ti mismo qué te hace sentir vivo y hazlo, porque lo que el mundo necesita es más gente que se sienta viva.
Arraigados en la contribución
El poder del propósito es el que nos hace ver más allá de nosotros mismos, para ver cómo podemos contribuir al bien mayor. Las formas en que otras personas nos necesitan son tan claras ahora debido a la crisis que estamos viviendo juntos. Recuerda, la contribución no tiene que parecer o sentirse heroica: no podemos y no deberíamos estar todos operando respiradores en la UCI. Llamar a un amigo, repartir comestibles, comprar certificados de regalo de pequeños negocios, y simplemente quedarse en casa para detener la propagación, son todas contribuciones muy válidas.
Único para nosotros
Hay 7.300 billones de declaraciones de propósito válidas e inspiradoras en la mesa. Sólo tienes que encontrar, refinar y vivir la tuya. Lo hermoso de la diversidad de este planeta es que cuando cada uno hace un «nosotros» en lugar de lo individual, todo queda hecho. Así que si te encuentras con tiempo de sobra para pensar o reflexionar ahora mismo, considera esas acciones que provocan sonrisas y suspiros de alivio y empieza a conseguir una declaración de propósito de ellas. Si quieres más orientación, mira estas grabaciones del Colectivo con Propósitos o la evaluación de los Cinco Arquetipos.
Un trabajo en desarrollo
Descubrir y activar tu propósito es un trabajo para toda la vida. Lo mejor es enemigo de lo bueno, y tener alguna idea de tu propósito es mejor que nada. Así que, ¿por qué no dar un paso ahora? Te ayudará a manejar este largo tiempo de incertidumbre, así como te guiará para construir una versión más satisfactoria de tu vida y trabajo sin importar cómo evolucione la pandemia.
Una versión de este artículo fue publicada anteriormente en B The Change por Nell DerickDebevoise