La responsabilidad social no es una etiqueta o un sello que se pueda otorgar y quede estampado por siempre en la identidad de una compañía. Aunque muchos opinen lo contrario, la RSE es un camino y no un destino; se trata de la forma sostenible de gestionar una compañía.
Desde este enfoque, no hay empresas perfectas, no hay organizaciones 100% sustentables, hay prácticas responsables que son destacables, y de acuerdo con ellas, podríamos hablar de aquellas que lo están haciendo mejor.
La revista Expansión publicó en su más reciente edición para CEOs, un estudio realizado por la Escuela de Negocios de Schulich, en Canadá, uno de los institutos más grandes e influyentes dedicados a estudiar el modelo triple bottom line.
México, para ser completamente honestos, carece de estudios serios en este tema, con confiabilidad y validez para arrojar resultados certeros sobre el panorama de la RSE, por lo que el análisis de la Escuela de Negocios de Schulich es bien recibido.
De acuerdo con éste, las empresas nacionales se enfocan mucho en temas sociales y medioambientales, buscando resolver problemas, pero hacer esto pone en riesgo a la compañía de caer simplemente en prácticas filantrópicas disfrazadas de responsabilidad social. Las compañías deberían enfocar muchas más acciones en temas de consumidores, empleados, productos, etc.
Al parecer, de acuerdo con las conclusiones de Schulich, casi la mitad de las empresas mexicanas reporta el uso de algún tipo de energía renovable, sin embargo muchas ni siquiera tienen una norma básica de gestión del medio ambiente. En otra de las contradicciones del panorama nacional, el instituto reportó disparidades notorias entre lo que ganan los CEO y los empleados medios. En casos extremos se descubrieron relaciones de 3000 a 1. Por otro lado, hacen falta consejeros independientes para los gobiernos corporativos, lo que ayuda a equilibrar la forma de gestionar una compañía de forma más responsable e incluso más eficiente.
En resumen, el gran reto es dejar de ver a la RSE como programas y convertirla en parte del día a día del funcionamiento de las compañías.
Además de estas observaciones devenidas del estudio, Schulich hizo público junto con Expansión, un ranking de las empresas en México con mejores prácticas responsables. La metodología está basada en el triple bottom line, es decir, la gestión social, medioambiental y económica, cubriendo indicadores de gobierno corporativo, ética, salarios y compensaciones, capitalismo de largo plazo, impuestos, diversidad, prácticas laborales, salud y seguridad, desechos y energía. En el estudio participaron 82 firmas pero el ranking publicado solo muestra 75 debido a falta de información de las restantes.
¿Quiénes son los 7 magníficos de la responsabilidad social?
En el primer puesto está CEMEX, a la que Schulich le reconoce además de sus prácticas responsables, su buena gestión para superar los problemas económicos que sufrió hace unos años. El compromiso de CEMEX con la RSE pese a esto fue ejemplar, recalca el instituto. Dentro de lo más destacable de CEMEX encontramos su alto número de consejeros independientes (90%), sus programas para empleados, el voluntariado corporativo, su apoyo a grupos vulnerables, sus negocios sociales y el desarrollo de comunidades sostenibles. Martha Herrera, la directora de RSE global de la compañía ha hecho, junto con todo su equipo, un extraordinario trabajo.
En el puesto dos encontramos a Coca-Cola, quien también ha hecho una labor remarcable. Su plataforma de sustentabilidad está cimentada en tres formas de bienestar: individual, social y ambiental. Recientemente, Francisco Crespo, el presidente de la compañía estuvo presente en el World Business Forum donde dio prácticamente una cátedra de la gran cantidad de logros y programas sostenibles que la empresa ha mantenido, entre ellos el regresar gota por gota el agua utilizada para procesos y el lanzamiento de la única botella en México hecha parcialmente de plantas.
El puesto tres le corresponde a Coca-Cola FEMSA, que como dato a resaltar está el que tiene una bajísima rotación de personal, apenas 2.5% ¡Impresionante! Lo que sin duda habla de que los compromisos con colaboradores son realidades en esta organización, que asegura cimentar su sostenibilidad en 3 pilares: gente, planeta y comunidad.
En el cuarto lugar aparece FEMSA, quien se destaca por sus fuertes programas en cuidado y conservación de agua, su Universidad FEMSA para colaboradores y la gran inversión que realiza en programas ambientales (579 mdp).
En el quinto puesto aparece Hewlett-Packard cuyo fuerte son los programas ambientales, en los que han trabajado durante años y obviamente se ha consolidado como uno de los mejores, especialmente en el manejo de residuos conocidos como basura electrónica; pero más allá de eso, también califica bien en la esfera social y económica, lo que la vuelve una de las organizaciones más balanceadas en responsabilidad social.
En el sexto puesto está una de las cerveceras consentidas de México, Cuauhtémoc Moctezuma, quien durante mucho tiempo se ha consagrado como una de las grandes de la RSE en nuestro país. La cervecera que se fusionó hace unos años con Heineken mantiene programas extraordinarios en consumo responsable, educación y medio ambiente, pero sin duda, su fuerte es la preservcaión del agua donde son un benchmark mundial, de acuerdo con Nina Mayagoitia, quien lidera la responsabilidad social.
Cerrando los siete magníficos aparece Walmart, cuyas prácticas ambientales son bien conocidas desde hace años, convirtiéndose en uno de los mejores representantes de este renglón. El gigante del retail es uno de los patrocinadores del Global Business Summit que trae a Muhammad Yunus esta semana.
La decena de honor se complementa con Home Depot, Grupo Herdez y Telefónica, que tiene uno de los mejores programas de voluntariado a nivel global, no solo por la causa que apoya sino por la operación del mismo a través de vacaciones solidarias de sus propios colaboradores.
Como se dijo en un inicio, el ranking completo abarca 75 compañías, por lo que vale la pena darle una buena revisada a la edición de la revista y conocer a detalle las evaluaciones y todos los nombres de quienes la conforman.
Me parece increíble que le otorguen este reconocimiento a una empresa que ni siquiera siente la responsabilidad de darle mantenimiento a sus propias tiendas, afectando completamente a la ciudad por la mala imagen del exterior de su tienda. Me refiero a Walmart de México y Centroamérica, quien en la ciudad de Guadalajara, en una de las zonas más bonitas de la ciudad (Chapultepec), ha tenido una bodega Aurrerá en estado deplorable. Ojalá dentro de este reconocimiento se tomara en cuenta la CONGRUENCIA de las empresas. Lo que muestran al exterior es muy diferente a lo que en realidad hacen.