Quien diga que jamás ha imaginado cómo sería encontrar el trabajo perfecto sin duda miente. Ese empleo ideal en el que recibimos una remuneración por hacer actividades que nos apasionan se ha colado en nuestra mente más de una vez; ese espacio en el que sentimos nuestra vida en equilibrio y desde donde podemos aportar algo positivo a nuestro entorno, es un sueño que a todos los gustaría materializar. No hay nada de malo en ello.
Dicen por ahí que los millennials lo quieren todo: sueldos más altos, jornadas más cortas y una empresa responsable: la verdad es que sin importar cual sea tu edad o la industria en que te desarrollas, existen beneficios a los que no podrías negarte. ¿Quién rechazaría la oportunidad de un horario flexible, vacaciones ilimitadas y un salario emocional excepcionalmente alto? El trabajo perfecto puede ser un invento de la generación del milenio, pero por largo tiempo ha sido el sueño de todos.
Por largo tiempo las políticas tradicionalmente adoptadas por las compañías nos hicieron pensar en el trabajo ideal como un sueño absurdo e inalcanzable; pensamos que los códigos de vestimenta estrictos, los bloqueos de internet, los horarios rígidos y los espacios sombríos eran características prácticamente inherentes en el entorno en que las personas debían desarrollarse una vez que comenzara su vida laboral. Afortunadamente esta era ha terminado ya. Las nuevas generaciones no se conforman con eso y en cambio buscan crear espacios que los hagan realmente felices.
Así que las políticas tradicionales han pasado de ser una norma a ser parte de una lista de absurdos con los que los millennials no parecen identificarse y las empresas responsables tampoco.
Hoy los jóvenes están dispuestos a sacrificar hasta un 15% de su retribución económica a cambio de colaborar en una compañía que le ofrezca un sentido de propósito y les ayude a generar un impacto positivo en su entorno; además, buscan líderes inspiradores y capaces que motivarlos a desarrollar su máximo potencial, aunque no están dispuestos a convertirlos en monarcas corporativos, ya que consideran importante mantener una comunicación abierta y cercana que facilite el desarrollo de sus actividades diarias en un ambiente armonioso y saludable.
Hablando de salud, estos profesionales no están dispuestos a sacrificar su bienestar físico a cambio de éxito profesional o un mejor salario, por lo que se interesan en colaborar con empresas que se preocupen de manera legitima por su salud. Los programas de bienestar, los incentivos al ejercicio y los seguros de gastos médicos son beneficios que resultan atractivos para las nuevas generaciones, si no fundamentales.
Todas estas tendencias han impulsado a las empresas a explorar alternativas que les permitan convertirse en empleadores deseados por los mejores talentos; y aunque algunos gigantes como Google y Facebook han invertido millones de dólares en conseguirlo, lo cierto es que también existen muchas alternativas para impulsar la felicidad de tus colaboradores sin grandes sumas de efectivo.
En la siguiente infografía compartimos algunos de los elementos que pueden resultar más atractivos para el talento. ¿Se te ocurren otras prácticas? Coméntanos en Facebook y Twitter
