Trabajar horas extras —incluso durante la pandemia cuando se implementó el modelo de home office— interfiere en el equilibrio entre vida laboral y personal, por lo que construir un balance implica dedicar tiempo a diferentes actividades y respetar los tiempos que se les asignan.
De acuerdo con los últimos datos del «Índice para una Vida Mejor» —una plataforma con información sobre bienestar de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)—, la evidencia sugiere que un horario de trabajo largo puede resultar perjudicial para la salud personal, poner en peligro la seguridad y aumentar el estrés.
La cantidad y la calidad del tiempo libre son fundamentales para el bienestar general de las personas, y pueden generar beneficios adicionales para la salud física y mental. Afortunadamente algunos países han logrado mejorar este equilibrio y se posicionan como ejemplos a seguir para el resto.
