En los últimos años la preocupación por el medio ambiente, la ecología y la rersponsabilidad corporativa han crecido sobremanera. Quizás los mensajes de algunas asociaciones sobre el cambio climático o pruebas fehacientes de que algo está ocurriendo en el planeta, como la desaparición de varias especies y ecosistemas o el tremendo deshielo de la Antártida, han provocado que muchas personas y sectores, que nunca habían mostrado la más mínima preocupación por estas cosas, comiencen a hacerlo, llegando incluso hasta a la industria de los casinos.
Estos edificios han sido criticados en multitud de ocasiones. Frases como «el único verde que vale dentro de uno de ellos es el de los billetes», comentarios acerca del gran gasto energético que hacen y de lo poco amables que son con el medio ambiente, llegaron a ser más que habituales en la última década.
Sin embargo, parece que este sector se ha dado por aludido y ha decidido tomar acciones, construyendo casinos más ecológicamente responsables. Como no podía ser de otra manera, cuando se habla de casinos, han sido los de Las Vegas los primeros que han dicho: “Aquí estamos nosotros”.
Tres importante centros de ocio de la meca del juego como El Palazzo, el Aria Resort & Casino, situado en el City Center, es decir, el nuevo centro urbano de la ciudad norteamericana, y el Red Rock Casino se han convertido en edificios ecológicos, lo que les hizo merecedores de recibir el prestigioso certificado Leadership in Energy and Environment Desing (LEED).
También en España hay casinos que se han comenzado a tomar un poco más en serio esto de cuidar el planeta. Es el caso del casino Cirsa de Valencia que conseguirá un ahorro energético de entre un 30 y 60% respecto al consumo habitual.
No cabe duda que vivimos tiempos diferentes y que la responsabilidad corporativa está permeando industria que apenas hace unos años atrás nadie imaginaba que algún día cambiarían sus modus operandi. Hoy la sustentabilidad avanza, y avanza bien.