«Renunciar a fumar es la cosa más fácil del mundo. Lo sé porque lo he hecho miles de veces». –Mark Twain
- Una persona muere cada seis segundos por una enfermedad relacionada con el tabaco.
- Hay 1.1 mil millones de consumidores de tabaco en el mundo. Se espera que este número aumente a 1.6 mil millones en las próximas dos décadas.
- En los adultos, el humo de segunda mano causa graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, incluyendo el padecimiento coronario y cáncer de pulmón. En los bebés, causa la muerte súbita. En mujeres embarazadas, provoca que el bebé esté bajo de peso al nacer.
- El uso del tabaco es uno de los principales factores de riesgo para una serie de enfermedades crónicas, incluyendo cáncer, enfermedades pulmonares y cardiovasculares. A pesar de esto, es un hábito común a nivel global.
- El tabaco mata a la mitad de los fumadores.
- También mata a más de 7 millones de personas cada año. Más de 6 millones de esas muertes son el resultado del consumo directo de tabaco, mientras que alrededor de 890,000 muertes son de aquellas personas no fumadoras que están expuestas al humo del tabaco.
- Casi el 80 por ciento de los más de mil millones de fumadores viven en países de ingresos bajos y medios.
El tabaco amenaza muchos de los recursos de la Tierra. Su impacto se extiende mucho más allá de los efectos que el humo emitido por su consumo tiene en el aire. Las consecuencias dañinas del consumo del tabaco en la deforestación, el cambio climático y los residuos es creciente. Hasta el momento, estos aspectos de la lucha contra el tabaco han recibido relativamente poca atención de los investigadores.
El costo medioambiental del tabaco de acuerdo con OMS
El tabaco lastima a nuestro planeta a través de la deforestación, la contaminación y la basura.
Algunos detalles sobre el costo medioambiental del tabaco se revelan en un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El estudio habla de los daños sociales y económicos indirectos causados por el cultivo, la producción, la distribución, el consumo y los desechos generados por los productos de tabaco. Utiliza un análisis del ciclo de vida para rastrear el tabaco en todo el proceso de cosecha, fabricación y consumo.
El propósito del estudio es movilizar a gobiernos, políticos, investigadores y la comunidad global, incluyendo a los organismos pertinentes de las Naciones Unidas (ONU), para abordar algunos de los retos identificados y para ampliar los esfuerzos de promoción más allá de la salud, mostrando la profundidad de las raíces de este producto.
La ilustración muestra cómo el tabaco crea desperdicios e inflige daños en el medio ambiente a lo largo de todo su ciclo de vida. Abordar estas consecuencias ambientales requiere que todos los interesados en el control del tabaco piensen en cómo estas consecuencias se vinculan con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Reducir la producción y el consumo de tabaco podría apoyar una serie de actividades clave, como la erradicación de la pobreza, la reducción de la mortalidad infantil y la mejora de la seguridad alimentaria mundial.
La agricultura comercial de tabaco es una industria mundial que involucra a 124 países y ocupa 4.3 millones de hectáreas de tierras agrícolas. Alrededor del 90 por ciento de ellos tiene lugar en países de bajos ingresos, siendo China, Brasil e India como los mayores productores.
Debido a que el tabaco es a menudo un monocultivo sin rotación con otros, las plantas y el suelo son débiles en defensas naturales y requieren mayores cantidades de productos químicos para el crecimiento y la protección contra las plagas.
Según el doctor Armando Peruga –quien anteriormente coordinó la Iniciativa de la OMS para el Tabaco y ahora trabaja como consultor–, el tabaco también quita muchos nutrientes del suelo y requiere cantidades masivas de fertilizantes, un proceso que conduce a la degradación de la tierra y a la desertificación, trayendo consecuencias negativas para la biodiversidad y la vida silvestre.
El uso de productos químicos afecta directamente la salud de los agricultores, de los cuales del 60 al 70 por ciento son mujeres. Esto es particularmente importante en los países de ingresos bajos y medianos, donde todavía se utilizan algunos compuestos que están prohibidos en los países de altos ingresos.
De igual modo, la agricultura utiliza una cantidad sorprendentemente grande de madera, haciendo del tabaco un impulsor de la deforestación, una de las principales causas del cambio climático.
El secado de la hoja de tabaco se logra a través de diversos métodos, incluyendo incendios de madera. Ese es el equivalente de un árbol por cada 300 cigarrillos, o 1.5 cajas.
Este hecho el estudio lo describe como una causa significativa de preocupación, como «evidencia de pérdidas sustanciales, y en gran parte irreversibles, de árboles y otras especies vegetales causadas por el cultivo del tabaco».
Gases mortales
En 2012, 967 millones de fumadores diarios consumieron aproximadamente 6.25 billones de cigarrillos en todo el mundo, según estimaciones de la OMS. Eso significa que alrededor de 6 mil toneladas métricas de formaldehído y 47 mil toneladas métricas de nicotina se liberan en el medio ambiente.
El humo del tabaco contiene cerca de 4 mil productos químicos, de los cuales al menos 250 son peligrosos. También contiene dióxido de carbono, metano y óxidos nitrosos que calientan el clima. De acuerdo con Peruga, la combinación de gases de efecto invernadero (GEI) de la combustión es equivalente a alrededor de 1.5 millones de vehículos conducidos anualmente.
El humo de segunda mano contiene el doble de nicotina y 147 veces más de amoníaco que el denominado humo principal, lo que lleva a cerca de un millón de muertes al año, de las cuales el 28 por ciento son niños.
El estudio señala que algunos de estos contaminantes permanecen en el ambiente como «humo de terceros», acumulándose en polvo y superficies en interiores y vertederos. Algunos, como la nicotina, incluso resisten el tratamiento, contaminan las vías fluviales y potencialmente infectan el agua utilizada para consumo.
Basura del tabaco
El tabaco libera sustancias químicas nocivas en el suelo y agua, así como cantidades significativas de GEI. Sus desechos son el componente más grande de la basura en el planeta.
«El tabaco no solo provoca cáncer de pulmón en las personas, sino que es un cáncer para los pulmones de la Tierra», dijo Peruga para CNN.
La basura del tabaco es el tipo más común de residuos mundiales. Según Peruga, dos tercios de cada cigarrillo terminan como desechos.
La basura está atada con productos químicos, incluyendo arsénico y metales pesados, que pueden terminar en el suministro de agua. Las colillas de cigarrillos no son biodegradables, y arrojar una en el suelo aún se considera una forma socialmente aceptable de tirar basura en muchos países.
De acuerdo con la OMS, entre 340 y 680 millones de kilos de residuos de tabaco se tiran cada año, y las colillas de cigarrillos representan entre el 30 y el 40 por ciento de todos los artículos recolectados en zonas costeras y urbanas.
Cada etapa de la producción de un cigarrillo tiene efectos negativos sobre el medio ambiente y las personas involucradas en la fabricación de productos de tabaco, incluso antes de que la salud de los fumadores y no fumadores se vea afectada.
La OMS sugiere aumentar los impuestos y los precios de este producto, lo que podría ser una manera efectiva de reducir el consumo. El tabaco es una amenaza para todos, según la directora general de la OMS, Margaret Chan. Exacerba la pobreza, reduce la productividad económica, contribuye a la mala selección de alimentos del hogar y contamina el aire interior.
La conclusión del estudio es que los consumidores, los responsables de la política medioambiental e incluso los fumadores no están al tanto o no admiten los impactos ambientales negativos producidos por el tabaco y, por lo tanto, estas estrategias se merecen un mayor reconocimiento y adopción. Todos los esfuerzos realizados nos moverán un paso más cerca de un mundo que reconoce el tabaco como un problema serio para todo el planeta, y es imperativo que actuemos con rapidez. Los costos humanos, financieros y medioambientales son simplemente demasiado grandes para ignorar esto.