* Un ‘ejército’ de actores se compromete cada vez más con causas sociales
* Es una especie de diplomacia paralela a menudo crítica con la Casa Blanca
* Algunos estrechan lazos con líderes antiamericanos como Castro y Chávez
George Clooney, Brad Pitt, Angelina Jolie, Richard Gere, Sean Penn, Susan Sarandon, Tim Robbins… No es el reparto de la última superproducción de Hollywood, sino una reducida representación del ‘ejército’ de actores estadounidenses comprometidos con causas políticas y sociales. Una especie de diplomacia paralela que mira cada vez más lejos de sus fronteras y a menudo defiende intereses opuestos a los de la Casa Blanca.
¿Por qué esta creciente implicación social de las estrellas del cine? «Porque el mundo es cada vez más pequeño y hay que ser más responsables», contesta George Clooney, que viajó recientemente a Sudán del Sur para «vigilar» de cerca el referéndum sobre la independencia de esta región africana. «Soy un paparazzi antigenocidio», afirmó el actor para explicar su iniciativa, que consiste en monitorizar con los satélites de la ONU eventuales movimientos del Ejército de Jartum. Una suerte de activismo preventivo para evitar un posible conflicto en la zona.
Un objetivo que Clooney comparte con Brad Pitt, su compañero de reparto en el exitoso ‘Ocean’s eleven’. Las dos estrellas se encuentran entre los fundadores de Not On Our Watch, una organización que pretende defender los «marginados» y «acabar con las atrocidades masivas que se cometen en todo el mundo». El actor de ‘El club de la lucha’ o ‘Babel’ se ha convertido también en una suerte de especialista en terremotos, tras visitar Pakistán y Haití junto a su esposa Angelina Jolie poco después de los seísmos de 2005 y 2010.
Nuevos ‘embajadores’
Un encomiable activismo solidario que prefiere mantenerse lejos de polémicas político-ideológicas. Otras estrellas de Hollywood, sin embargo, han llegado a incomodar a su propio Gobierno oponiéndose abiertamente a sus políticas, como es el caso de Sean Penn, al que el presidente venezolano Hugo Chávez propuso como embajador estadounidense en su país. El actor de ‘Milk’ o ‘Mystic River’ también destacó en 2003 por su férreo rechazo a la invasión de Irak, país al que visitó personalmente pocas semanas antes de que empezaran las operaciones militares.
Aunque quizá el más polémico en este sentido fue el matrimonio formado entonces por Susan Sarandon y Tim Robbins, auténtica pesadilla de la Administración Bush, a la que se opuso frontalmente y sin medias tintas. La pareja denunció las «políticas ineptas» y los «actos criminales» de la Administración durante la invasión de Irak. «No sé si he perdido trabajos por ello, pero soy libre de decir lo que pienso», afirmó Robbins.
También controvertida es la cercanía del director Oliver Stone a líderes abiertamente antiamericanos como los presidentes de Cuba y Venezuela. «Admiro la Revolución castrista», afirmó el director, que incluso viajó a Colombia para participar como observador en la liberación de tres rehenes de las FARC. Recientemente, Stone acusó al Gobierno Obama de «no mover un dedo» para frenar el golpe de Estado de Honduras, calificándolo como «una vergüenza para EEUU».
Tendencia en aumento
Otros actores, en cambio, molestaron más al exterior que en su país. Como Richard Gere, cuya defensa de los derechos humanos en el Tíbet no fue bien recibida por el régimen comunista chino. Menos aún su gran amistad con el Dalai Lama y el hecho de que el protagonista de ‘Pretty Woman’ apoyara la causa del pueblo tibetano ante numerosos organismos internacionales.
La lista podría seguir y la tendencia va en aumento. Ser una ‘star’ de Hollywood implica cada vez más actuar como activista y tomar posición en el tablero diplomático mundial. Desempeñarse como actor protagonista en los mayores conflictos del planeta puede que tenga ventajas y desventajas. Pero, eso sí, siempre mantiene a los artistas en el centro de los focos mediáticos. Por algo uno es estrella.
Fuente: El Mundo.es
Publicada: 08 de Enero 2011
