Las mujeres son las preferidas de los empleados como jefas por su capacidad para hacer posible la conciliación del trabajo y la vida personal. Además, también son mejor valoradas por su sensibilidad a la hora de reconocer la labor de sus subordinados.
El estudio, elaborado conjuntamente por Edenred y el IESE sobre una muestra de 1.200 trabajadores españoles, indica que hasta los 35 años el nivel de satisfacción con el equilibrio trabajo-familia apenas varía en función del sexo del superior. Sin embargo, a partir de esta edad, la satisfacción es mayor si el jefe es una mujer, una tendencia que se acentúa a partir de los 50 años.
Si además tenemos en cuenta tanto la situación familiar del jefe como la del empleado, el análisis revela que los jefes con hijos son mejor valorados por sus subordinados que también tienen descendencia, sobre todo si el jefe es una mujer. En general, los hombres sin hijos son los peor valorados.
Por lo que se refiere a la capacidad de los jefes para reconocer la labor de los empleados, los hombres apenas encuentran diferencias en sus superiores en función del sexo, pero las empleadas valoran mucho mejor a las jefas (54%) que a los jefes (43%).
Fidelidad a la empresa
Según el estudio, tanto el nivel de conciliación como las motivaciones laborales son importantes para lograr el compromiso de los empleados y retener el talento en la empresa.
Una prueba es que la mayoría de personas que desean continuar en la compañía se muestran satisfechas con el equilibrio entre vida profesional y personal. Además, solo un 10% de los trabajadores que consideran que su desempeño es útil a los demás (altruistas) quieren cambiar de empresa.
Este dato está vinculado a la relación que existe entre el tipo de motivación y el nivel de satisfacción.
Los empleados con una motivación principalmente altruista son los que están más a gusto con su situación laboral, seguidos de los que muestran su especial interés por aprender y tener retos interesantes.
Los menos satisfechos son los empleados cuya principal motivación es ganar dinero. Por ello, no resulta extraño que un 42% de estas personas muestre su deseo de cambiar de empresa.
Otro elemento muy relacionado con la fidelidad a la empresa son los beneficios sociales. En este campo, el barómetro indica que el 91% de los empleados con acceso al ticket guardería aconsejan su compañía como lugar para trabajar. Como criterio para recomendar la empresa le siguen el ticket regalo (82%), la ayuda al transporte (75%), el seguro médico (73%) y el ticket restaurante (71%).
El cargo influye en la satisfacción
En cuanto a puestos, los altos ejecutivos son los que se muestran más a gusto con su situación profesional (el 71% están satisfechos o muy satisfechos), seguidos de los ejecutivos e ingenieros (68%) y los mandos intermedios (66%).
En el extremo contrario se encuentran las personas que trabajan en los departamentos de servicio y ventas, ya que un 44% de ellos se muestran poco o nada contentos con su situación.
A la hora de valorar el equilibrio entre trabajo y familia, las personas que trabajan en ventas y servicios son, junto con los altos ejecutivos, los que están menos a gusto con su situación. En el extremo contrario, el 71% de los administrativos se declaran satisfechos o muy satisfechos con la conciliación.
La competencia de los jefes, a examen
El juicio sobre la capacidad de los jefes revela que los empleados valoran peor a sus superiores si son del sexo contrario. Además, los subordinados de mediana edad son los más críticos con sus jefes.
La motivación profesional también tiene un impacto en la valoración de los superiores. El estudio muestra que las personas que ven su trabajo primordialmente como un modo de ganar dinero tienden a evaluar mucho peor a sus jefes.
Fuente: Insight.iese.edu
Publicada: 27 de abril de 2011.