La discriminación y el sexismo en el mundo del deporte son temas que han dado mucho de que hablar en los últimos años y que han puesto en la mira de los reflectores a diversos individuos y grupos dentro de esta industria, incluyendo a la NFL, que se ha visto invadida por el escándalo en múltiples ocasiones debido a varios incidentes de violencia de género.
Tras las incidencias de Ray Rice, Adrian Peterson y otros jugadores de la Liga en graves delitos de violencia familiar, surgieron múltiples especulaciones sobre posibles afectaciones económicas en el futuro de la NFL y su capacidad para atraer y retener nuevos patrocinadores, ¿pero acaso no hay ya suficiente evidencia para demostrar que la liga esta prácticamente blindada?
A pesar de toda la controversia de los últimos años, la liga de teflón y sus 32 equipos crecieron los ingresos de patrocinio en un 7,8% a 1,15 mil millones dólares para la temporada 2014 de acuerdo con una nueva investigación de la consultora de patrocinio estadounidense IEG; un salto sólidamente por encima del aumento de 4,9% promedio en la categoría de deportes.
Para dicha temporada, la liga atrajo tres nuevos patrocinadores: Dannon, TD Ameritrade y de seguros Nationwide. Mientras tanto, de acuerdo con la consultora, su reputación corporativa se desplomó durante el mes de septiembre como resultado de la noticia sobre la participación de Ray Rice en situaciones de abuso doméstico, misma que apareció en los titulares de los principales medios norteamericanos y múltiples publicaciones internacionales.
Pese a de las críticas y el temor de muchos patrocinadores por el daño potencial a su reputación, la liga ha mantenido e incluso incrementado su apoyo corporativo. «Aunque algunos expertos de los medios el año pasado especularon sobre posibles consecuencias en patrocinios debido a temas relacionados con la violencia doméstica, la polémica tuvo poco impacto en la capacidad de la Liga Nacional de Fútbol para atraer y retener a los patrocinadores» puede leerse en el blog de IEG.
Sin embargo, esto no quiere decir que la NFL pueda quedarse con los brazos cruzados frente al grave problema de violencia que enfrenta como organización y las afectaciones que éste ejerce sobre su reputación corporativa. En medio de las críticas, los propietarios de los 32 equipos que conforman la liga incluso han tenido que reunirse para tratar temas relacionados con el comportamiento de sus jugadores, quienes por su parte han participado en esfuerzos de la mano de organizaciones sin fines de lucro a fin de desligarse de los escandalosos acontecimientos que los vinculan con agresiones contra la mujer y la infancia.
