‘Me gustaría hacer un llamado al mundo: necesitamos ayuda’. Ésta es la petición de auxilio desesperada del alcalde de Koriyama, Masao Hara, una pequeña localidad que acoge a miles de personas evacuadas de los alrededores de la central nuclear de Fukushima.
‘En estos momentos, hemos recibido a 9.000 personas’, ha declarado el primer edil de la localidad, situada a 50 kilómetros al oeste de la central nuclear, que tiene problemas en sus cuatro reactores.
Los japoneses han ido llegando después de que el Gobierno haya ordenado la evacuación de todos los habitantes que residen en un radio de 20 kilómetros alrededor de la central, que resultó dañada tras el devastador terremoto que asoló Japón el pasado viernes.
‘Las personas están preocupadas, pero tranquilas. No hay ningún pánico. Están más preocupadas cuando ven la televisión y contemplan que la angustia se ha apoderado del país’, ha manifestado el alcalde. Los evacuados, que han sido instalados en centros de acogida como un estadio de béisbol, están siendo sometidos a exámenes médicos y test de radiactividad.
La vida se ha reorganizado rápidamente conforme al espíritu de disciplina y de solidaridad de la sociedad nipona. «Necesitamos con urgencia gasolina, queroseno, agua y comida», indicó el alcalde. «Lo que más nos urge es el queroseno porque sin él no podemos hacer nada. No podemos calentarnos o hacer funcionar las bombas de agua», ha añadido el alcalde de la localidad, que está situada en el norte del país, donde todavía hace frío.
El Gobierno ha movilizado a más de 80.000 soldados y policías para ayudar a los más de 500.000 desplazados, de los que 200.000 han sido evacuados porque habitaban en un radio de 20 kilómetros alrededor de la central.
Fuente: El Mundo.es
Publicada: 16 de marzo de 2011.
