No hay conferencia sobre RSE que se precie en la que no se acabe por debatir sobre los efectos que la crisis tendrá sobre la responsabilidad empresarial. El último de esos debates se celebró la semana pasada en la sede del bufete de abogados Garrigues, con la presencia de algunos de los miembros del Consejo Estatal de RSE.
El encuentro se cerró con la conclusión general de que la RSE sobrevivirá a la coyuntura económica. El presidente del bufete, Antonio Garrigues, aseguró que el mundo empresarial tiene que aceptar su responsabilidad. «Se tiene que reconocer que se han producido barbaridades y que el nivel ético ha sido deplorable.
El mundo empresarial tiene que sentarse y definir cuál es su responsabilidad», opinó Garrigues, quien añadió que hay que actuar con pragmatismo. «Tenemos que hacer lo que podemos hacer dentro de nuestra línea de actuación.
No tiene mucho sentido que una cementera patrocine conciertos para acabar contra el hambre, pero sí que investigue sobre los aspectos medioambientales», ejemplificó.
El presidente del bufete criticó los paraísos fiscales. «No pueden seguir existiendo ni un minuto más. Sólo con el dinero invertido allí se podría salir de la crisis económica». También arremetió contra la corrupción. «Hay que estar alerta porque en momentos de crisis aumenta», dijo.
La vicerrectora de planificación de asuntos económicas de la UNED y socia fundadora de Economistas sin Fronteras, Marta de la Cuesta, aseguró que la crisis actual es sobre todo de confianza «y de valores. Desde esa perspectiva, los grupos de interés van a exigir a las empresas por encima de otras cosas una conducta ética». De la Cuesta reclamó además un papel activo del Estado para asegurarse de que las empresas cumplen con los objetivos esenciales de la RSE. Para esta experta en responsabilidad social corporativa, no basta con comunicar sobre sostenibilidad, hay que rendir cuentas «y publicar tanto lo positivo como lo negativo, así como los compromisos».
Por su parte, el subdirector general adjunto de RSE de la Dirección General de Economía Social del Ministerio de Trabajo, Miguel Ángel Martínez de la Riva, aseguró que la crisis potenciará la RSE «porque se verá quien es responsable y quién no».
Martínez de la Riva consideró que al igual que cada vez más empresas publican anualmente una memoria de RSC, también lo deberían hacer las administraciones públicas. «Es un tema de prestigio y de transparencia».
Por su parte, el secretario general del Club de Excelencia en Sostenibilidad, Juan Alfaro, sostuvo que la crisis no afectará a las empresas que hayan asumido la RSE desde un punto de vista estratégico «y se encuentre en su epidermis y en toda la cadena de valor».
